Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 18/02/2020) - “Los seres humanos son masacrados por
terroristas que parecen haber tomado de mira a los cristianos. La
seguridad de la vida y de la propiedad ya no se puede garantizar en
Nigeria", dice Su Exc. Mons. Paulinus Chukwuemeka Ezeokafor, Obispo de
Awka en el estado de Anambra, en el sur de Nigeria, lanzando un
llamamiento para fortalecer los organismos de Seguridad local y estatal.
El obispo ha enfatizado que existen discrepancias entre los diversos
aparatos de seguridad locales, y ha señalado, por ejemplo, cómo dos
sacerdotes de la diócesis de Awka fueron secuestrados en el estado de
Ondo y luego rescatados utilizando el aparato de seguridad del gobierno
del estado de Anambra. “Este estado – ha remarcado -, es relativamente
seguro en comparación con los otros estados de la Federación”.
Según Mons. Ezeokafor el gobierno federal debería sostener el aparato de
seguridad local como la Operación Amotekun (Leopardo) establecida el 9
de enero de este año por los gobernadores de 6 estados en el suroeste de
Nigeria (Lagos, Oyo, Ogun, Ondo, Osun y Ekiti) para coordinar sus
respectivos organismos de seguridad
La de Mons. Ezeokafor es solo la última de las voces de los obispos
católicos que denuncian la violencia, en particular contra los
cristianos, pidiendo a las autoridades federales y locales que
garanticen la seguridad de todos. En el funeral del seminarista
secuestrado y luego asesinado del seminario mayor del Buen Pastor de
Kakau, en el estado de Kaduna, en el noroeste de Nigeria, su Exc. Mons.
Matthew Hassan Kukah, obispo de Sokoto, dirigió una dura acusación
contra el presidente Muhammadu Buhari, quien había sido elegido con la
promesa de restaurar la seguridad en el país.
Mons. Kukah impugnó no solo la inseguridad que reina en Nigeria, sino
también las políticas que han profundizado las divisiones étnicas y
religiosas entre el Norte y el Sur.