Limón, COSTA RICA (Agencia Fides, 18/02/2020) – Un llamado a las autoridades y a los
protagonistas de la sociedad para que se unan “para buscar soluciones al
sufrimiento de muchos costarricenses, especialmente, en materia
laboral, salud, violencia en especial en contra los niños y las mujeres,
seguridad ciudadana, educación, vivienda, pensiones, situación de
pobreza, desigualdad, además de los desafíos humanitarios de la
inmigración”, ha sido lanzado por los Obispos de Costa Rica en el
mensaje publicado al final de la Asamblea Plenaria de la Conferencia
Episcopal celebrada en Limón, que lleva la fecha del 13 de febrero de
2020, día inaugural del Jubileo.
El Año Jubilar ha sido convocado por el centenario de la creación de la
provincia eclesiástica de Costa Rica, del 13 de febrero de 2020 al 16
de febrero de 2021, y los obispos invitan a
todos los cristianos “a vivir intensamente este tiempo de gracia”,
sabiendo que “la Iglesia ha contribuido en la concepción y desarrollo de
nuestra identidad nacional y que su acción es indisociable de la vida
en sociedad y de la historia patria”.
Este Año Jubilar y la celebración del Bicentenario de la independencia
de Costa Rica en 2021, “van juntas y no puede ser de otra forma, –
escriben los obispos -, pues, conocemos la relevancia y urgencia del
diálogo entre la fe y la dimensión comunitaria y social de la cultura.
Por ello, como ciudadanos y pastores, nos hacemos eco del clamor de un
país que quiere seguir avanzando en el sendero de la justicia social,
del bien común, delos derechos humanos-cuya esencia es la dignidad dela
persona-, y de la paz social de nuestro pueblo”.
En el mensaje enviado a Fides, los obispos mencionan algunos de entre
los “muchos y complejos temas de la realidad nacional que inquietan a
los costarricenses”. En primer lugar la urgencia del diálogo nacional,
porque “no podemos continuar por el camino de la división, la disputa y
la desconfianza mutua. Como sociedad debemos propiciar la centralidad de
temáticas comunes, en un ambiente de respeto que propicie un proceso de
discernimiento prudente y mesurado, para abordar lo que ocurre
realmente en el país”.
Para garantizar la unidad y la paz social, es necesario sanar y reforzar
el sistema fiscal: los obispos han denunciado constantemente “los
problemas nacionales que tropiezan con una gestión pública entrabada en
una maraña institucional arrastrada por años y que hoy deja ver sus
efectos sociales y económicos”.
Otro tema preocupante es el desempleo, que ha alcanzado los niveles más
altos de la década, a pesar de las iniciativas gubernamentales. “vemos
con dolor la desesperación de jóvenes, mujeres, inmigrantes,
trabajadores informales – afirman los obispos -. En este Año Jubilar
estamos llamados a unir la misericordia y la justicia, pues uno de las
graves dificultades hoy, es que el empleo precario, sin derechos
laborales y mal pagado, se ha convertido en el empleo normal o tabla de
salvación de miles de compatriotas”.
El último punto se refiere al apoyo al mundo rural, ya que según los
obispos el país necesita “de una verdadera política agraria que atienda
la pobreza reflejada en desigualdad social, desempleo, indigencia y
necesidades básicas de este sector; sin olvidar una economía solidaria
que mejore la situación de los agricultores y pescadores artesanales”.
Invocando la poderosa intercesión de Nuestra Madre Nuestra Señora de los
Ángeles, Patrona de Costa Rica y de San Vicente de Paúl, patrono de la
Diócesis de Limón, los obispos concluyen su mensaje recordando que “El
Año Jubilar es un tiempo para reanimar el compromiso y la esperanza que
nace de la dimensión social de la vida cristiana” y pidiendo al Señor,
como gracia especial, que “nuestro Jubileo reanime la solidaridad de
nuestro pueblo”.