jueves, 26 de julio de 2012

El Arzobispo greco-católico de Alepo: "Occidente sostenga el diálogo entre las partes"


Aleppo (Agencia Fides, 26/7/2012) - "Occidente, si quiere hacer un buen servicio al pueblo sirio, sostenga y haga presión para que se realice el diálogo entre las partes": lo dice a Fides Su Exc. Jean-Clément Jeanbart, Arzobispo metropolitano de Aleppo para los greco-católicos, al finalizar una cumbre breve con los demás Obispos católicos, que se ha celebrado hoy en su Arzobispado. La Asamblea ha decidido convocar un nuevo encuentro ecuménico con todos los Obispos y líderes cristianos de todas las confesiones (católicos, ortodoxos, protestantes), el sábado 28 de julio. "Vamos a orar juntos por la paz en Siria y nos ocuparemos de las cuestiones urgentes como la protección de los cristianos y la ayuda humanitaria a la población que sufre", explica el Arzobispo.


"En Alepo - dice - la situación es muy tensa, pero para los cristianos en la actualidad no hay ningún problema. Se teme que la situación pueda empeorar y que los militantes puedan penetrar en los barrios cristianos, pero hasta ahora no ha sucedido". El Arzobispo expresa el deseo de que: "El Occidente haga todo lo posible para promover el diálogo entre las partes, empuje a ambas partes hacia la paz y no apoye a los grupos armados, entre los cuales están los fundamentalistas. No es suministrando armas como llegará la democracia a Siria. Pedimos que se apoye el plan de Kofi Annan, y se haga todo lo posible para encontrar una solución pacífica". 


"Si Occidente se toma en serio el problema y ayuda a que se realice el diálogo - dice Mons. Jeanbart - esto será realmente un buen servicio al pueblo sirio. Hay que reconocer que la nación está dividida en el apoyo a las dos partes, y que ninguno tiene la mayoría absoluta: por lo que la solución es el diálogo. Si hay buena voluntad y apoyo internacional en este sentido, la situación mejorará, porque la violencia no conduce a nada".


El Metropolita concluye diciendo: "Entre los cristianos de Siria circula el miedo de perder lo que hemos logrado durante los últimos 70 años: una cultura no-confesional, un pluralismo que es un bien muy valioso. Queremos vivir en nuestro país, con plenos derechos y deberes. Tememos que, si llega un gobierno fundamentalista o una teocracia islámica, vamos a perder la libertad de dar testimonio de nuestra fe, la libertad religiosa y la libertad de expresión, esencial para los ciudadanos de una nación que garantiza los derechos de todos".