jueves, 13 de noviembre de 2014

Los estudiantes de las escuelas católicas aumentan junto con sus posibilidades de continuar los estudios


Washington, ESTADOS UNIDOS (Agencia Fides) – “Las escuelas católicas brindan formación de fe duradera, vocaciones a la vida religiosa y al sacerdocio, grandes logros educacionales, y comunidades de la Nueva Evangelización, y deberían servir a las comunidades latinas y otras poblaciones sub-representadas como parte de la misión de la Iglesia”: lo han dicho dos obispos americanos durante la Asamblea general de otoño de la Conferencia Episcopal católica de los Estados Unidos (USCCB), el 10 de noviembre.


El primero, según la nota enviada a la Agencia Fides desde la USCCB, el Arzobispo George J. Lucas, de Omaha, Nebraska, Presidente de la Comisión para la educación católica, ha dicho: “Las escuelas católicas operan como comunidades en vez de burocracias y por eso los resultados dan un mayor nivel de participación y rendimiento estudiantil. Hay que subrayar que el 99 por ciento de los estudiantes que asisten a escuelas católicas se gradúan, el 87 por ciento de los graduados de escuelas católicas continúan con sus estudios universitarios y según el National Assessment of Educational Progress, los estudiantes latinos y afroamericanos que asisten a escuelas católicas son más propensos a graduarse de la secundaria y de la universidad”.


Su Exc. Mons. Daniel E. Flores, obispo de Brownsville, Texas, Presidente de la Comisión sobre la Diversidad Cultural en la iglesia, ha referido: “para la mentalidad latina, las escuelas religiosas son generalmente privadas, y frecuentemente difíciles de costear, por eso en muchas comunidades católicas con un gran número de fieles latinos no hay estudiantes o responsables latinos de las escuelas católicas, y tampoco se informan al respecto”.


Pero esta mentalidad está cambiando: el porcentaje de niños Hispanos matriculados en escuelas católicas en los Estados Unidos ha crecido de un 12.8 por ciento a un 15 por ciento durante los últimos cuatro años. “La aguja se está moviendo en la dirección correcta, si bien lo hace lentamente” ha subrayado Mons. Flores.