Los Obispos denuncian que “estas prácticas son contrarias a la doctrina de la Iglesia. La Iglesia Católica no se reconoce en la difusión de estos mensajes cuya autenticidad no ha sido probada y no está aprobada por ella”. El mensaje termina invitando a los fieles a “orar sin cesar por la paz y la reconciliación en el país”.
Costa de Marfil está saliendo de una profunda crisis que estalló a finales de los años 90 y que se ha visto agravada por la división del país en zonas controladas por el gobierno y otras controladas por los rebeldes, después de un fallido golpe de Estado que tuvo lugar en 2002. En 2011, el estancamiento político tras la falta de reconocimiento de la victoria del actual presidente, Alassane Ouattara, por el Jefe de Estado en salida, Laurent Gbagbo, terminó con la captura de este último en una operación militar apoyada por los militares franceses.