“Es justo que los responsables sean identificados y llevados ante la justicia. Pero, con los líderes religiosos y políticos, pedimos que se libere a los inocentes, porque es posible que los haya”.
El Vicario de Lahore señala que “es muy triste lo que sucedió después de la masacre. Los cristianos son culpables de un delito, la reacción violenta no es cristiana ni evangélica. No se puede simplemente hacer justicia por sí mismos. Las personas asesinadas, según las primeras informaciones, podría ser inocentes. Es la primera vez en la historia de Pakistán que los cristianos, de víctimas, se convierten en verdugos. Fue un acto inhumano que todos condenamos. Esperemos que siempre triunfe la justicia”.
Pero la justicia debe ser igual para todos: “Muchos se preguntan: ¿dónde están los asesinos del ministro Shahbaz Bhatti? ¿Dónde están los autores de la masacre de Gojra, donde en 2009 una turba de musulmanes destruyó un barrio cristiano quemando vivos a ocho fieles entre ellos niños, mujeres y ancianos? ¿Dónde están los culpables del linchamiento de los esposos cristianos quemados vivos en Kot Radha Kishan en noviembre de 2014?”, dice el párroco.