Washington, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 25/04/2017) – El Presidente USA Donald Trump, en la
jornada del lunes 24 de abril, ha dedicado un pronunciamiento oficial a
las masacres planificadas y sufridas en la Península de Anatolia por los
armenios hace 102 años, pero ha evitado aplicar a esas masacres la
definición de “Genocidio armenio”, siguiendo la línea marcada por sus
últimos 4 predecesores para no suscitar reacciones resentidas por parte
de Turquía.
En el pasado, los Presidentes USA Jimmy Carter y Ronald Regan habían
usado la expresión “Genocidio armenio”, peor luego, desde George H.W
Bush hasta Barack Obama, la expresión ha desaparecido de los
pronunciamientos de los líderes de la Casa Blanca.
El presidente actual de Estados Unidos, conocido por su forma
desinhibida de expresarse sin escrúpulos diplomáticos excesivos, incluso
sobre temas sensibles de interés internacional, ha definido las
masacres de armenios perpetradas durante la Primera Guerra Mundial “una
de las peores atrocidades en masa cometidas en el siglo XX”, recordando
que “en 1915, un millón y medio de armenios fueron deportados,
asesinados o llevados a la muerte en los últimos años del Imperio
otomano”. Luego se ha unido al duelo de las comunidades armenias
dispersas en todo el mundo “por la pérdida de vidas inocentes y el
sufrimiento de tantos”. Expresiones similares a las utilizados por los
últimos presidentes de Estados Unidos.
La prensa USA recuerda que el presidente Obama, a causa de la presión
turca sobre el Congreso de Estados Unidos, había dejado de lado su
promesa durante la campaña electoral de reconocer el carácter genocida
de las masacres sufridas más de un siglo atrás por los armenios. También
se remarca que el Presidente Trump fue el primer líder occidental en
felicitar al presidente turco Recep Tayyip Erdogan tras los resultados
del referéndum celebrado en Turquía el 16 de abril, que permitirán al
hombre fuerte de Ankara ampliar aún más sus poderes.
Mientras que los presidentes de Estados Unidos se abstienen de reconocer
oficialmente el genocidio armenio, en 2016 el Congreso de Estados
Unidos e incluso el secretario de Estado estadounidense John Kerry
quisieron definir como “genocidio” la violencia sufrida en Medio Oriente
por los cristianos y otras minorías étnicas y religiosas a manos de los
milicianos del autodenominado Estado islámico (Daesh).
Sobre la base de esos pronunciamientos, según lo informado por la
Agencia Fides (véase Fides 19//2016) se había planteado la posibilidad
de entregar suministros militares de Estados Unidos a las llamadas
“milicias cristianas” que operan en la llanura de Nínive, justificando
esta acción como parte de la lucha contra los yihadistas del Daesh. En
ese contexto, contactado por la Agencia Fides (véase Fides 18 de marzo
de 2016), el arzobispo sirio Jacques Behnan Hindo, guía de la
archieparquía siro católica de Hassaké-Nisibi, había definido el camino
que había llevado a la administración de Estados Unidos a reconocer como
“genocidio” la violencia del Daesh contra los cristianos como una
“operación geopolítica que instrumentaliza la categoría de genocidio
para sus propios intereses”.