Esmirna, TURQUÍA (Agencia Fides, 29/04/2017) - El 9 de mayo en la catedral de San Policarpo
en Esmirna una delegación de la Orden de los Frailes menores
conventuales entregará al Patriarca ecuménico de Constantinopla
Bartolomé una reliquia del apóstol Felipe de Bethsaida. Según la
información de la Agencia Fides, la entrega se llevará a cabo durante
una celebración ecuménica en la que participará el Arzobispo católico de
Esmirna, Mons. Piretto. La reliquia se encuentra en la Basílica de los
Santos XII Apóstoles de Roma. La delegación de los franciscanos estará
formada por: fray Agnello Stoia, párroco de la Basílica, fray Silvestro
Bejan, del Sagrado Convento de Asís y Delegado general para el
ecumenismo y el diálogo interreligioso, y fray Martin Kmetec del
Convento de San Antonio en Estambul y Custodio de Oriente. Otro párroco
de Roma, el padre Davide Carbonaro, se unirá a la delegación, junto con
algunos fieles, entre ellos el prof. Francesco D'Andria, el arqueólog
o
que descubrió el sitio donde fue crucificado y enterrado el apóstol en
Hierápolis (actualmente Pamukkale).
El evento parte del reconocimiento de los apóstoles Felipe y Santiago el
Menor, que se realizó el año pasado en la basílica de los Santos XII
Apostoles en Roma, donde están custodiados sus cuerpos desde el siglo
VI.
El arzobispo católico de Esmirna viajó para venerar las reliquias y
entregó al párroco de la basílica una solicitud de parte de la comunidad
católica y ortodoxa local; por otra parte, el Patriarca Ecuménico
Bartolomé es especialmente dedicado a San Felipe. “Estamos encantados de
fortalecer las relaciones de amistad y comunión eclesial entre Roma y
Constantinopla en el nombre de San Felipe y de San Francisco de Asís.
Nos alegramos en el abrazo de Pablo VI y Atenágoras, del Papa Francisco y
del Patriarca Bartolomé” declara, en una nota enviada a la Agencia
Fides, fray Agnello Stoia Ofm.Conv.
San Felipe de Betsaida se menciona en los Evangelios como uno de los
doce apóstoles de Cristo. Felipe llegó a Hierápolis, en Frigia, y
predicó el cristianismo. El procónsul local lo hizo clavar en un árbol
boca abajo, como se representa en la iconografía tradicional