Caracas, VENEZUELA (Agencia Fides, 20/04/2017) – “La protesta cívica y pacífica no es un
delito. ¡Es un derecho! Su control no puede ser una represión
desmedida”, afirma el comunicado de la Conferencia Episcopal de
Venezuela publicado ayer, cuando en la capital y otras ciudades del país
se llevaron a cabo numerosas manifestaciones en las que, por desgracia,
al menos tres personas han perdido la vida. Según las agencias de
noticias internacionales, se trata de un joven de 17 años de edad
fallecido en Caracas, una mujer de 23 años que ha perdido la vida en San
Cristóbal, y al oeste del país, un guardia nacional.
El documento de los Obispos, enviado a la Agencia Fides, alza la voz
para reiterar que: “la democracia se caracteriza, ante todo, por el
respeto y protección de los derechos de los ciudadanos. Cuando el Estado
(o el Gobierno) los desconoce o no los respeta, deja de ser un Estado
democrático, pierde legitimidad en su desempeño, pues su función es la
defensa de todos los ciudadanos independientemente de su ideología
política. Los ciudadanos conservan sus derechos, pero los ven
disminuidos o anulados. Hay otros factores que niegan la democracia,
como es la concentración de los poderes públicos en manos de un solo
poder. Esta es la situación actual de Venezuela”.
Los obispos declaran la posición de la iglesia: “Defender los derechos
humanos fundamentales, la vida, la libertad, la salud….y los demás
derechos de los ciudadanos, es un deber de todo ser humano. Es también
un derecho y un deber de la Iglesia y de todos los creyentes, pues lo
derechos humanos y civiles no pertenecen exclusivamente al ámbito de lo
socio-político sino también al religioso”.
“La Conferencia Episcopal Venezolana – concluye el comunicado - pide a
todos los ciudadanos, a los creyentes en Cristo y a los hombres y
mujeres de buena voluntad, actuar según la recta conciencia, los
principios democráticos y las leyes del país, así como ejercer el
derecho a la manifestación y protesta pública de manera respetuosa con
las personas y propiedades y de modo responsable y pacífico”.
Ayer, según la oposición, seis millones de personas se manifestaron en
todo el país, de los cuales dos millones y medio sólo en Caracas. La
policía intervino con gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, y
hubo enfrentamientos violentos.