Minya, EGIPTO (Agencia Fides, 15/01/2019) - Abogados coptos han denunciado ante el fiscal
general al gobernador de la provincia de Minya por los acontecimientos
que en los últimos días han llevado al cierre de un lugar de culto copto
en la aldea de Mansheyat Zaafarana. Los abogados, tal y como indica el
sitio web Copts United, han adjuntado a su queja material audiovisual
que demuestra que la policía no defendió el lugar de culto del ataque de
grupos islamistas que pidieron el cierre. Más bien se aseguraron de que
se cumplieran las demandas sectarias de los manifestantes.
En Mansheyat Zaafarana hay un edificio privado donde rezan los miembros
de la comunidad copta local, unos mil fieles. Los disturbios comenzaron
el 7 de enero, cuando varios cientos de hombres rodearon el lugar de
culto gritando soflamas ofensivas e intimidantes en presencia de las
fuerzas de seguridad. La policía pidió a los manifestantes que se
calmaran, prometiéndoles que el lugar de culto cristiano se cerraría. La
diócesis copto ortodoxa de Minya ha reprobado la actitud de las
autoridades locales de ceder a la presión de los intransigentes, quienes
siempre logran imponer sus reclamos ilegítimos contra los coptos por la
fuerza.
En el último mes, en la provincia de Minya, tres iglesias fueron
cerradas después de protestas e incidentes sectarios. Las de
MansheyatZaafarana tuvieron lugar unas horas después de la vigilia de
Navidad, en la que también intervino el presidente egipcio Abdel Fattah
al Sisi en la liturgia celebrada por el patriarca copto Tawadros II en
la nueva Catedral dedicada a la Natividad de Cristo, construida en la
nueva capital administrativa de Egipto.
En los últimos años, se está llevando a cabo un proceso de restauración y
regularización de los lugares de culto cristianos en Egipto que ya ha
permitido reabrir o “legalizar” 500 iglesias y capillas en todo el país.
Como ya informó Fides, hay más de 3.000 lugares de
culto cristianos que deberán ser examinados por el aparato del gobierno
para verificar si cumplen con los estándares establecidos por la nueva
ley.
En las últimas décadas, muchos de los lugares de culto cristianos que
deben someterse a la evaluación de los organismos de control
gubernamentales se construyeron espontáneamente, sin todas las
autorizaciones necesarias. En el pasado, los grupos islamistas
utilizaron precisamente los edificios levantados por las comunidades
cristianas locales como pretexto para fomentar la violencia sectaria
contra los cristianos.
La ley sobre lugares de culto, aprobada a fines de agosto de 2016 representó para las comunidades cristianas egipcias un
paso objetivo en comparación con las llamadas “10 reglas” añadidas en
1934 a la legislación otomana por el Ministerio del Interior que
prohibió, entre otras cosas, construir nuevas iglesias cerca de
escuelas, canales, edificios gubernamentales, ferrocarriles y áreas
residenciales. En muchos casos, la aplicación rígida de esas reglas
había impedido la construcción de iglesias en ciudades y pueblos
habitados por cristianos, especialmente en las zonas rurales del Alto
Egipto.
Antes de agosto de 2016, y en ausencia de referencias legislativas
precisas, las diversas Iglesias y comunidades cristianas, para
satisfacer sus propias necesidades pastorales, habían construido
edificios (edificios de culto, pero también casas y locales para uso
colectivo) que todavía carecen de las licencias específicas que exige la
legislación vigente.