Port Moresby, PAPÚA NUEVA GUINEA (Agencia Fides, 03/01/2019) - “La situación actual de los casi 500
refugiados en la isla de Manus, que acoge a los solicitantes de asilo
rechazados por Australia, nos causa un gran sufrimiento”. Los refugiados
fueron llevados hasta la isla de Manus durante la cumbre de la APEC. Se
encontraban en diferentes lugares de Port Moresby, la mayoría estaba
aquí para recibir tratamiento médico. Mientras se celebraba la Navidad
se produjeron más detenciones. Se registraron al menos tres casos de
intento de suicidio”. Así lo explica a la Agencia Fides el sacerdote
salesiano Ambrose Pereira, Secretario de Comunicaciones Sociales de la
Conferencia Episcopal de Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón
“Estas personas han estado lejos de sus familias durante la sexta
Navidad y la mayoría de ellas sobreviven gracias a medicamentos, en su
mayoría antidepresivos y ansiolíticos”, señala el sacerdote, con graves
consecuencias de tomar tales fármacos durante mucho tiempo y sin receta.
“Esta no es forma de tratar a los seres humanos: es un abuso y una
negligencia”. “La respuesta obvia a casi todos los problemas de salud es
darles libertad y reducir los daños causados por el estrés, los
traumas, el hacinamiento y la desnutrición durante su detención, como lo
demuestran numerosos informes”, explica el padre. Pereira. “Los
refugiados están esperando que los corazones de los que están en el
poder se ablanden. Están esperando el día en que sean liberados.
Esperemos que el 2019 les traiga buenas noticias”, concluye.