lunes, 12 de diciembre de 2011

En 14 países de Asia, la pena de muerte se impone en juicios injustos o sin pruebas seguras

HONG KONG, CHINA (Agencia Fides 10/12/2011).  En 14 países de Asia se condenan a la pena de muerte a miles de personas cada año, después de juicios injustos, o sobre la base de pruebas obtenidas mediante tortura. Es la afirmación de la" Red Asiática contra la pena de muerte", ("Anti-Death Penalty Asia Network") en un informe titulado "Cuando la justicia no existe. Miles de condenados a muerte tras juicios injustos", presentado en los últimos días en Hong Kong, de la cual se envió una copia a la Agencia Fides. Según el informe, 14 países asiáticos llevan a cabo en total más condenas a muerte que el resto del mundo. En particular, el informe pide una acción a favor de ocho personas que se enfrentan a la ejecución en China, Japón, India, Indonesia, Malasia, Pakistán, Singapur y Taiwán. En cada uno de estos casos, la pena de muerte - se afirma - fue impuesta tras un juicio injusto y en seis de los ocho casos la acusación se basa en pruebas obtenidas mediante tortura.

Confesiones obtenidas por la fuerza son regularmente consideradas "pruebas fehacientes" en el proceso de Afganistán, China, Japón, India e Indonesia, a pesar de las leyes que prohíben esta práctica. El documento hace hincapié en "las fallas presentes en los sistemas judiciales de muchos de estos países", señalando que, por otra parte, más de la mitad de los países asiáticos han abolido la pena de muerte o no llevan a cabo ejecuciones desde los últimos 10 años.
 
En Asia - nota el texto - los acusados de delitos punibles con la pena de muerte tienen un limitado o incluso inexistente, acceso a defensa legal, tanto antes como durante el proceso. Entre los ejemplos citados: en India, Devender Pal Singh, un prisionero condenado a muerte, ha denunciado a la Corte Suprema de Justicia que la policía le había "cogido la mano para hacerle firmar hojas en blanco". En Japón, la policía está autorizada para detener e interrogar a un sospechoso sin un abogado, durante 23 días, debido a que la presencia de un abogado podría "dificultar el descubrir la verdad". Las autoridades chinas pueden colocar obstáculos en las conversaciones entre abogados y sus clientes o dificulten el acceso a los archivos.
 
Según el derecho internacional, la pena de muerte sólo podrá imponerse por los delitos intencionales con consecuencias fatales. Sin embargo, algunos países asiáticos como Corea del Norte, Malasia, Pakistán y Singapur, la aplican por delitos no letales como el robo o el tráfico de drogas. Los delitos punibles con la muerte son por lo menos 55 en China, 28 en Pakistán y 57 en Taiwán.
 
La Red Asiática contra la pena de muerte ("Anti-Death Penalty Asia Network"- ADPAN) es una red independiente que promueve la abolición de la pena de muerte en Asia. Entre sus miembros figuran abogados, ONG, grupos de la sociedad civil, defensores de los derechos humanos y activistas de 23 países. Estos incluyen, entre otros, Amnistía Internacional y la Comunidad de San Egidio.