miércoles, 14 de diciembre de 2011

Que los distintos pueblos de América Latina "salvaguarden el rico tesoro de su fe y su dinamismo histórico-cultural"

CIUDAD DEL VATICANO (Agencia Fides 13/12/2011).  "Hoy, mientras se recuerda en varias partes de América Latina, el bicentenario de la independencia, el camino de la integración en este amado continente avanza, como se ve en su nuevo papel de liderazgo en el foro mundial emergente. En este caso, es importante que los diferentes pueblos salvaguarden su rico tesoro de la fe y su dinamismo histórico y cultural". Estas son las palabras pronunciadas por el Santo Padre Benedicto XVI durante la misa que presidió en la Basílica de San Pedro en la tarde del lunes 12 de Diciembre, Solemnidad de la Santísima Virgen de Guadalupe y el Bicentenario de la independencia de América Latina y el Caribe. Concelebraron con el Papa, el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado; el Cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina; el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de la Ciudad de México y el El Cardenal Raymundo Damasceno Assis, Arzobispo de Aparecida.

El Papa hizo hincapié en la necesidad de los pueblos de América Latina, de ser siempre "defensores de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, y promotores de la paz", además también de proteger a la familia en su verdadera naturaleza y misión, intensificando al mismo tiempo una amplia gama educativa para preparar y dar a conocer su capacidad a las personas, de modo que afronten "digna y responsablemente" su futuro. Benedicto XVI también hizo hincapié en la necesidad de promover iniciativas a favor de la reconciliación y la fraternidad, que incrementan la solidaridad,con nuevos esfuerzos "para superar la pobreza, el analfabetismo y la corrupción y erradicar toda forma de injusticia, violencia, crimen , inseguridad ciudadana, el tráfico de drogas y extorsión".
 
S.S. Benedicto XVI recordó que en ocasión del quinto aniversario de la evangelización de América, el beato Juan Pablo II trazó "en su suelo por primera vez, el programa para una nueva evangelización" y continuó animando el celo apostólico, que en la actualidad continúa animando la "Misión Continental", promovida en Aparecida", con lo que se multiplican los verdaderos discípulos y misioneros del Señor y se renueva la vocación de América Latina y el Caribe para la esperanza". Por último, el Santo Padre anunció su intención de "hacer un Viaje Apostólico antes de Semana Santa a México y Cuba, para proclamar la Palabra de Cristo".