martes, 3 de marzo de 2015

En defensa de los derechos de las minorías, recordando a Shahbaz Bhatti

Islamabad, PAKISTÁN (Agencia Fides, 03/03/2015) – Las minorías religiosas permanecen en el centro del debate político y social religioso en Pakistán. En vista de las elecciones de una parte del Senado pakistaní, que asignara 52 escaños y que se celebrarán en marzo, el procedimiento formal de las elecciones sigue siendo un punto de controversia entre los partidos políticos, pero las propuestas de cambio no afectan a las minorías religiosas.


Hasta el momento, la Comisión Electoral de Pakistán no se ha pronunciado. En una nota enviada a la Agencia Fides, Nasir Saeed, director de la ONG “Centre for Legal Aid Assistance and settlement” (CLAAS) señala que “no cambiará nada para las minorías religiosas: en la actualidad hay sólo un senador cristiano entre los 104 miembros. Según la ley actual, los senadores y los representantes de las minorías religiosas están incluidos en las listas en los lugares especiales reservados para ellos por los partidos, y están obligados a seguir las indicaciones de sus partidos. A menudo no son libres para hablar de discriminación o de los derechos de los cristianos. Hoy es urgente otorgar los mismos derechos a las minorías religiosas en Pakistán”. 


El tema de los derechos de las minorías está de nuevo en boga debido a que algunos políticos e intelectuales pretenden eliminarlo, reemplazándolo con el término “ciudadanos no musulmanes”. “Sería una traición a un personaje que ha hecho historia en Pakistán, el ministro para las Minorías, el difunto Shahbaz Bhatti”, ha dicho a la Agencia Fides el prof. Mobeen Shahid, docente paquistaní en la Pontificia Universidad Lateranense. Bhatti fue asesinado por terroristas el 2 de marzo de 2011 en Islamabad, y ayer en Pakistán y otras partes del mundo se conmemoró este aniversario. “Bhatti luchó por los derechos y el desarrollo de las minorías religiosas. El término es reconocido y utilizado internacionalmente: las minorías, entendidas así, son beneficiarias de los programas de asistencia y desarrollo de los países occidentales. Cambiar el término, además de traicionar su identidad, significaría perder esas contribuciones”, recuerda el profesor, que se une a todos aquellos intelectuales que piden mantener la expresión “minorías religiosas”.