Las disposiciones relativas a la vida monástica llegan después de una serie de roces registrados recientemente entre la jerarquía episcopal y algunas comunidades monásticas, como el Monasterio de San Macario, en el área de Wadi al-Rayan. En los últimos meses, los obispos coptos ortodoxos han negado repetidamente cualquier legitimidad de las protestas de los monjes de San Macario, que participan en una disputa con las autoridades locales sobre el proyecto de construcción de una carretera en el territorio del monasterio.
Los obispos han definido como “ilegal” desde el punto de vista canónico la ocupación de la estructura monástica por parte de los monjes que actualmente viven allí, y una serie de obras de construcción que se han realizado en los últimos tiempos de forma ilegal.
Entre las recomendaciones de la Asamblea sinodal también se menciona el animar a las parejas de novios a realizar cursos de preparación espiritual antes del matrimonio, y la de sostener la difusión a nivel capilar de los comités locales de la “Casa de la familia egipcia”, el organismo de enlace interreligioso creado hace años por el Gran Imán de Al Azhar y por el patriarca copto ortodoxo y revitalizado en los últimos años como un medio para prevenir y mitigar los conflictos sectarios, en un momento en que el auge del fundamentalismo sectario parecía poner en riesgo la unidad nacional.