lunes, 17 de abril de 2017

Homilía del Santo Padre en la Misa del Domingo de Ressurrección

CIUDAD DEL VATICANO (http://catolicidad.blogspot.mx - 17 de abril de 2017).-  A las 10.00 horas del Domingo de Pascua en la Resurrección del Señor, el Santo Padre FRANCISCO ha presidido la Santa Misa del día en la Plaza de San Pedro.


En la ceremonia, que se ha abierto  con el rito del “Resurrexit”, han tomado parte  fieles romanos y peregrinos procedentes de todo el mundo con motivo de las fiestas pascuales.


Este es el texto íntegro de la Homilía Papal:



SANTA MISA DEL DÍA

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Plaza de San Pedro
Domingo de Pascua, 16 de abril de 2017


Hoy la Iglesia repite, canta, grita: “¡Jesús ha resucitado!”. Pero ¿cómo es esto? Pedro, Juan,  y las mujeres fueron al Sepulcro y estaba vacío, Él no estaba. Y fueron con el corazón cerrado de la tristeza, la tristeza de una derrota: el Maestro, su Maestro, aquel que tanto amaban ha sido justiciado, y muerto. Y de la muerte no se regresa. Esta es la derrota, este es el camino de la derrota, el camino hacia el sepulcro. Pero el Ángel les dice: “No está aquí, ha resucitado”. El primer anuncio, “ha resucitado”. Después la confusión, el corazón cerrado, las apariciones. Pero los discípulos estuvieron cerrados toda la jornada en el Cenáculo, porque tenían miedo que les ocurriera a ellos lo que le ocurió a Jesús. Y la Iglesia no deja de decir a nuestros fracasos, a nuestros corazones cerrados, temerosos: “Detente, el Señor ha resucitado”. Pero si el señor ha resucitado ¡como es que suceden estas cosas? ¡Como es que suceden tantas desgracias, enfermedades, tráfico de personas, trata de personas, guerras, destrucciones, mutilaciones, venganzas, odio?. Pero ¿dónde está el Señor?. Ayer he telefoneado a un joven con una enfermedad grave, un joven culto, un ingeniero y hablando para darle un signo de fe, le dije: “No hay explicaciones para lo que te sucede. Mira a Jesús en la cruz, Dios ha hecho esto con su hijo, y no hay otra explicación”. Y él me ha contestado: “Sí. Pero se lo ha pedido al hijo y el hijo a dicho sí. A a mí no me han preguntado si quería esto”, y yo no he dicho que sí. Esto si conmueve, a ninguno de nosotros nos han preguntado: “Si estamos contentos con lo que acontece en el mundo? ¿Si estamos dispuestos a llevar adelante esta cruz?. Y la cruz va a delante y la fe en Jesús se viene abajo. Hoy la Iglesia continúa diciendo: “Detente Jesús ha resucitado”. Y esta no es una fantasía, la Resurrección de Cristo no es una fiesta con flores. Esto es bello, pero no es esto lo mejor; es el misterio de la piedra descartada que termina por ser el fundamento de nuestra existencia. Cristo ha resucitado, esto significa. En esta cultura del descarte, donde aquello que no sirve toma el camino del usa y tira, donde aquello que no sirve viene descartado, aquella piedra - Jesús - que ha sido descartada es fuente de vida. Y también nosotros guijarros de tierra, en esta tierra de dolor, de tragedia, con la fe en el Cristo resucitado tenemos un sentido, en medio de tantas calamidades. Sin mirar más allá, sin decir: “Mira no hay un muro; es un horizonte, es la vida, es la gloria, es la cruz con esta ambivalencia. Mira adelante, no te cierres. Tú guijarro, tienes un sentido en la vida porque eres un guijarro tomada de aquella gran piedra que la maldad del pecado ha descartado”. “Qué nos dice la Iglesia hoy frente a tantas tragedias? Esto, simplemente. La piedra descartada no resulta verdaderamente descartada. Los guijarros que creen y se aferran a aquella piedra no son descartados, tienen un sentido y con este sentimiento la Iglesia repite desde lo profundo del corazón; “Cristo ha resucitado”. Pensemos un poco, cada uno de nosotros pensemos, en los problemas cotidianos, en las enfermedades que hemos vivido o que alguno de nuestros familiares; pensemos en las guerras, en las tragedias humanas y, simplemente, con voz humilde, sin flores, solos, delante de Dios, delante de nosotros decimos “No se cómo va esto pero estoy seguro que Cristo ha resucitado y yo apuesto por esto”. Hermanos y hermanas, esto es lo que quería decirles. Vuelvan a casa hoy, repitiendo en vuestro corazón: “Cristo ha resucitado”.


(Traducido del original italiano por: http://catolicidad.blogspot.mx)



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