viernes, 14 de abril de 2017

Oración que el Papa FRANCISCO pronunció al finalizar el Via Crucis de este Viernes Santo

CIUDAD DEL VATICANO (http://catolicidad.blogspot.mx - 14 de abril de 2017).-  Oración que el Papa FRANCISCO pronunció al finalizar el Via Crucis de este Viernes Santo.


Texto íntegro de la oración:



PLEGARIA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Palatino
Viernes Santo, 14 de abril de 2017


¡O Cristo abandonado incluso traicionado por todos y vendido a bajo precio.


O Cristo juzgado por pecadores, entregado a los Jefes.


O Cristo desgarrado en las carnes, coronado de espinas y vestido de púrpura.


O Cristo abofeteado y atrozmente clavado.


O Cristo traspasado por la lanza que atravesó tu corazón.


O Cristo muerto y sepultado, Tú que eres el Dios de la vida y de la existencia.


O Cristo, nuestro único Salvador, retornamos a Tí nuevamente este año con los ojos abatidos de vergüenza y con el corazón lleno de esperanza:


De vergüenza por todas las imágenes de devastaciones, de destrucciones y de naufragio que se han vuelto ordinarias en nuestra vida;


Vergüenza por la sangre inocente que cotidianamente es vertida de mujeres, de niños, de inmigrantes y de personas perseguidas por el color de su piel o por su origen étnico o social y por su fe en Tí;


Vergüenza por las muchas veces que, como Judas y Pedro, te hemos vendido y traicionado y dejado solo a morir por nuestros pecados, escapando por codardes de nuestras responsabilidades;


Vergüenza por nuestro silencio frente a las injusticias; por nuestras maneras perezosas en el dar y codiciosas en el arrebatar y en el conquistar; por  nuestra voz estridente en el defender a nuestros intereses y tímida en el hablar de los demás; por nuestros pies veloces en el camino del mal y paralizados en aquel del bien


Vergüenza por todas las veces que nosotros Obispos, Sacerdotes, consagrados y consagradas hemos escandalizado y herido tu cuerpo, a la Iglesia; y hemos olvidado nuestro primer amor, nuestro primer entusiasmo y nuestra total disponibilidad, dejando enmohecer nuestro corazón y nuestra consagración.


Tanta vergüenza Señor pero nuestro corazón está nostálgico también de la esperanza segura que Tú no nos tratas según nuestros méritos sino unicamente según la abundancia de tu Misericordia; que nuestras traiciones no hacen venir a menos la imensidad de tu amor; que tu corazón, materno y paterno, no nos olvida por la dureza de nuestras visceralidades;


La esperanza segura que nuestros nombres están grabados en tu corazón y que estamos colocados en la pupilla de tus ojos;


La esperanza que tu Cruz trasforma nuestros corazones endurecidos en corazón de carne capaz de soñar, de perdonar y de amar; trasforma esta noche tenebrosa de tua cruz en alba fulgurante de tu Resurrección;


La esperanza que tu fidelidad no se basa sobre la nuestra;


La esperanza que el grupo de hombres y de mujeres fieles a tu Cruz continua y continuará a vivir fiel como la levadura que da sabor y como la luz que abre nuevos horizontes en el cuerpo de nuestra humanidad herida;


La esperanza que tu Iglesia tratará de ser la voz que grita en el desierto de la humanidad para preparar el camino de tu retorno triunfal, cuando vengas a juzgar a vivos y a muertos;


La esperanza que el bien vencerá no obstante su aparente derrota!


O Señor Jesús, HIjo de Dios, víctima inocente de nuestro rescate, frente a tu bandera real, a tu misterio de muerte y de gloria, frente a tu patíbulo, nos arrodillamos, avergonzados y esperanzados, y te pedimos lavarnos en el lavado de la sangre y del agua que brotaron de tu Corazón rasgado; por perdonar nuestros pecados y nuestras culpas;


Te pedimos recordar a nuestros hermanos goleados por la violencia, por la indiferencia y por la guerra;


Te pedimos romper las cadenas que nos tienen prisioneros en nuestro egoismo, en nuestra cequera voluntaria y en la vanidad de nuestros cálculos mundanos.


O Cristo, te pedimos enseñarnos a no avergozarnos nunca de tu Cruz, a no instrumentalizarla sino a honrarla y a adorarla, porque con ella Tú nos haz manifestado la monstruosidad de nuestros pecados, la grandeza de tu amor, la injusticia de nuestros juicios y el poder de tu misericordia. Amén.


(Traducción del original italiano: http://catolicidad.blogspot.mx)


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