Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 17/02/2021) - Dos jóvenes cristianos han sido acusados de blasfemia, denunciados por haber predicado el cristianismo a jóvenes musulmanes y por haber deshonrado públicamente el islam, el Corán y al profeta Mahoma en el Model Town Park de Lahore. Los dos jóvenes son Haroon Ayub Masih, de 25 años, y Salamat Mansha Masih, de 30, miembros de una comunidad cristiana evangélica. El arresto de uno de los acusados (el otro fugitivo) tuvo lugar inmediatamente después de que Haroon Ahmad, un musulmán, presentara una denuncia en la comisaría de Model Town contra los dos jóvenes el 13 de febrero, impugnando la violación de las “leyes de blasfemia”, es decir, los párrafos "a", "b" y "c" del artículo 295 del Código Penal de Pakistán.
Según el autor de la denuncia, los dos Haroon Ayub Masih y Salamat
Mansha Masih se acercaron a un grupo de musulmanes comenzando a predicar
el cristianismo y entregándoles un libro en urdu titulado “Zindagi ka
Paani” (Agua de vida). El musulmán Haroon Ahmad en el First Information
Report afirma: “Los dos hombres comenzaron a cometer blasfemia
deshonrando al profeta Mahoma, diciendo que era un vagabundo, que se
casó para aumentar su descendencia mientras Jesús no se casó y proclamó
la verdad”. El informe, enviado a la Agencia Fides, añade: “Dijeron que
la Torá y los Evangelios son libros verdaderos y que el Sagrado Corán no
dice la verdad, continuaron deshonrando al islam, hiriendo abierta y
públicamente nuestras emociones y sentimientos religiosos”. Además, el
denunciante declara: “Los hombres cristianos han cometido blasfemia al
deshonrar al profeta Mahoma, el Sagrado Corán y el islam. Les pido que
los castiguen a los dos y a la editorial de acuerdo con
las leyes de blasfemia por haber publicado e impreso esta literatura”.
La policía inició un proceso en virtud de las leyes sobre blasfemia 295
en el párrafo "A" que incrimina “actos deliberados o dolosos destinados a
ofender los sentimientos religiosos de cualquier persona, insultando su
religión y creencias religiosas”, que prevé diez años de prisión o
multa; luego se cita el párrafo 295 B, que es “haber difamado el Sagrado
Corán” por lo que la pena es la cadena perpetua; y se hacen acusaciones
según 295 C por haber “utilizado comentarios despectivos, pronunciados,
escritos directa o indirectamente que ofenden el nombre del profeta
Mahoma u otros profetas” para los que se prevé la pena de muerte.
Uno de los dos cristianos, Salamat Mansha Masih, fue arrestado por la
policía mientras Haroon Ayub Masih logró escapar y su familia también se
escondió.
El abogado cristiano Aneeqa Maria Anthony, director de la ONG “La Voz”,
que ha asumido la defensa jurídica de Haroon Ayub Masih, aclara así el
incidente a la Agencia Fides, reflejando lo que ha dicho Haroon Masih:
“Estábamos estudiando y discutiendo por nuestra cuenta del Nuevo
Testamento, cuando unos jóvenes que pasaban se detuvieron a escuchar lo
que estábamos diciendo. Después de escuchar que estábamos hablando de la
Biblia, pidieron información y luego les entregamos un librito llamado
'Agua de vida' con algunos extractos del Nuevo Testamento. No hay nada
blasfemo en ese libro. Uno de ellos nos pidió que dejáramos de leer y
hablar de la Biblia en un lugar abierto, ya que no estaba permitido.
Nos sorprendió escuchar esto, porque no los invitamos a escucharnos. Les
dijimos que no interfirieran porque estábamos, de acuerdo con nuestros
derechos como ciudadanos, simplemente hablando entre nosotros. En ese
momento el enfrentamiento se convirtió en una acalorada discusión y
preferimos marcharnos del lugar”.
El abogado continúa: “Algunos de los jóvenes musulmanes, sin embargo,
tomaron a Salamat y lo llevaron al gerente de seguridad del parque,
acusando a los dos de haber predicado el cristianismo y maldecido contra
el islam, pero esto es completamente falso. Después lo llevaron a la
policía y se presentó la denuncia”. Haroon Masih afirma: “Leo la Biblia
con mis hermanos, servimos a Dios en diferentes lugares de Pakistán.
Nunca he hablado en contra de ninguna religión. Respeto al profeta
Mahoma”.
El abogado Anthony informa de otro aspecto delicado: la denuncia está
registrada y firmada por Haroon Ahmad que no estaba presente en el
lugar, no es testigo ocular de los hechos, pero sí miembro del
movimiento extremista “Tehrik-e Labaik”, que ha querido asumir la
responsabilidad de acusar a los dos cristianos, afirmando que “quieren
seguir protegiendo al islam de todo mal”.
El abogado informa que la primera audiencia del caso está prevista para
el 24 de febrero y que, entre tanto, ha obtenido una fianza provisional
para Haroon Ayub Masih. Y concluye: “Buscamos justicia para dos jóvenes
cristianos inocentes. El grupo de Tehrik y Labaik parece haberse tomado
el caso muy en serio y con violencia y está actuando de manera
amenazante. No nos dejaremos intimidar, pero necesitamos el apoyo y las
oraciones de muchos”.