Yangon, MYANMAR (Agencia Fides, 22/02/2021) - La Conferencia de Obispos Católicos de Myanmar ha lanzado un sincero llamamiento a la “reconciliación a través del diálogo” en un documento firmado por todos los obispos de las 16 diócesis birmanas. El llamamiento recibido en la Agencia Fides, difundido y leído en todas las iglesias católicas de la nación ayer 21 de febrero, está dirigido “a los que están en el poder para que se regrese al diálogo”, expresando dolor y profunda preocupación “por la sangre derramada en las calles” y por “los tristes e impactantes hechos que tanto sufrimiento han causado a nuestra nación”.
Los obispos citan con amargura “la escena de los jóvenes que mueren en
las calles”, considerándola “una herida” a la nación que “una vez fue la
tierra del oro”. “No permitamos que la tierra sagrada se bañe en sangre
fraterna”, piden los Prelados, esperando que “cese la tristeza de los
padres que entierran a sus hijos”, mientras, según fuentes de Fides, los
jóvenes que han perdido la vida en la calle durante las manifestaciones
pacíficas reprimidas por los militares son al menos 5 y más de 500
están detenidos.
“Hace apenas un mes - recuerda el texto enviado a Fides - la nación
tenía la gran promesa en su corazón: el sueño de una paz duradera y una
democracia sólida. A pesar de la pandemia, la nación organizó elecciones
y el mundo admiró la capacidad de gestionar nuestras diferencias
internas”.
Hoy los obispos católicos se unen a los monjes de Ma Ha Na para advertir a los militares, “Myanmar puede ser borrado del
mapa mundial si los problemas no se resuelven pacíficamente”, y para
reiterar con fuerza “el llamado a reconciliación a través del diálogo”.
Los obispos birmanos concluyen con estas palabras: “El uso de la
violencia debe cesar urgentemente. Las lecciones del pasado nos enseñan
que la violencia nunca gana. Setenta años después de la independencia,
los que están en el poder deben invertir en la paz. La paz curará a la
nación, la paz es una oportunidad. La paz es posible y es el único
camino”.
Animadas por las palabras de los obispos, ayer 21 de febrero en la
arquidiócesis de Yangon, las mujeres católicas y los laicos salieron a
las calles y desfilaron pacíficamente, en oración, mostrando su pleno
apoyo a un camino de reconciliación y democracia, exigiendo la
liberación de la líder Aung San Suu Kyi.