Santiago, CHILE (Agencia Fides, 17/02/2021) – En su mensaje para la Cuaresma, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile subraya la imposición de las cenizas con la que inicia este tiempo litúrgico, invitando a participar en persona o en remoto, según las disposiciones relativas a la pandemia, “para vivir este profundo signo de humildad sin poner en riesgo nuestra salud ni la de los demás”. Este tiempo de conversión, nos invita a todos a renovar nuestra fe y esperanza, y es también un momento de purificación y penitencia por el dolor causado con nuestros pecados. “Los pastores de la Iglesia pedimos una vez más perdón a Dios y a nuestros hermanos y hermanas que han sido abusados, maltratados, excluidos o ignorados por algunos de sus ministros”.
“El último año ha sido difícil para todos – escriben los obispos -. La
pandemia del COVID-19 ha puesto en evidencia nuestra fragilidad; debemos
lamentar el grave daño a la salud de numerosas personas, llegando
incluso muchas de ellas a perder la vida; también hemos sufrido sus
graves consecuencias sociales que se hacen más dramáticas entre los más
vulnerables”. Pero invitan a dar gracias a Dios “por las innumerables
expresiones de fraterna solidaridad, caridad y cercanía de parientes,
vecinos y amigos, como también de compromiso profesional de quienes
trabajan sirviendo a los enfermos en hospitales y centros de salud.
Agradecemos también a sacerdotes, diáconos, religiosas, religiosos y
laicos que han procurado acompañar con los sacramentos, la oración y el
consuelo en este tiempo de incertidumbre”.
Los obispos también lamentan las situaciones de violencia en la sociedad
chilena, que se expresa en la terrible pérdida de vidas humanas,
agresiones a personas, casas, reparticiones públicas, medios de
transporte e incluso lugares de culto de distintas confesiones
religiosas. Notan también el incremento importante en la migración en el
norte del país, de personas que provienen de naciones con una enorme
crisis social y política. Algunas manifestaciones climáticas, de
inusual intensidad, han causado graves daños a familias que han visto
perder sus hogares, así como también actividades agrícolas y económicas,
trayendo incertidumbre e inseguridad.
“Ante este conjunto de situaciones, muchas personas se preguntan ¿qué
nos está diciendo el Señor? ¿qué podemos hacer para vivir nuestra
condición de cristianos en el tiempo presente?” Los obispos responden:
“Meditar con corazón sincero la Palabra de Dios, fuente permanente de
sabiduría y luz para el discernimiento cotidiano, cobra especial
importancia en este tiempo litúrgico de Cuaresma”. Recordando que la
oración personal y comunitaria, siempre es camino seguro para descubrir
la voluntad de Dios piden “No dejemos nunca de orar incesantemente por
el don de la vida y la salud, de la justicia y la paz” y citan el
Mensaje de Cuaresma 2021 del papa Francisco: “la vía de la pobreza y de
la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre
herido (la limosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos
permiten encarnar una fe sincera, una esperanza viva y una caridad
operante”.
Este complejo tiempo ha traído diversos tipos de privaciones a muchos
pero también hemos sido testigos del escándalo de quienes en su disfrute
personal han puesto en riesgo la salud propia y ajena por lo que se
espera que “la Cuaresma nos de la posibilidad de volver a lo esencial de
nuestra vida de creyentes, poniendo a Cristo en el centro”. Y luego
exhortan: “¡Necesitamos renovarnos en actitudes esperanzadoras!... La
posibilidad de acceder a una de las vacunas en contra del COVID-19 nos
abre una ventana de esperanza para iniciar juntos el proceso de
superación de esta grave pandemia”. Todos están llamados a vacunarse,
porque “no hay razones fundadas para sospechar que las vacunas sean
dañinas para nuestra salud ni para que su uso pueda ser objeto de un
reproche moral”.
Por último, los obispos chilenos recuerdan que inicia un año de
importantes decisiones para la vida del País “en las cuales cada
compatriota debe ser protagonista”, reiterando la invitación a
participar activamente y a informarse adecuadamente sobre las
elecciones, los proyectos y programas de los candidatos y candidatas.
“Así como Cuaresma es un camino para creer y ser testigos de un tiempo
nuevo – concluyen -, ayudemos con nuestras actitudes personales,
familiares y cívicas a que las generaciones jóvenes sigan creyendo en
Chile y en los valores humanos y cristianos que a lo largo de la
historia han inspirado a nuestra sociedad”.