Lamphun TAILANDIA (Agencia Fides 25/02/2021) – “En esta zona hay solo unas pocas decenas de católicos - escribe a la Agencia Fides el padre Ferdinando Pistore, uno de los sacerdotes Fidei-Donum del Triveneto que sirven en un territorio grande como toda la provincia de Lamphun. Además de celebrar la misa en la iglesia parroquial de San Francesco de Asís, que se encuentra en plena ciudad, intentamos subir todos los domingos y en momentos importantes también al pueblo de Papae (1.200 metros de altura) donde vive una pequeña comunidad de católicos y donde también se ha construido una pequeña capilla dedicada a Santa Clara de Asís”.
La presencia de la fe católica en el norte de Tailandia es muy reciente,
se remonta a después de la Segunda Guerra Mundial, y está casi
totalmente vinculada a la etnia Pakagno, una de las muchas que se
encuentran en el país, del grupo de los Karen.
“Para nosotros subir a Papae, ayudados por algunas religiosas de la
misma etnia presentes en la parroquia, es siempre un baño de humanidad y
espiritualidad - subraya el misionero. La simplicidad y la sencillez de
la vida genuina y la calidez de la hospitalidad nunca te dejan
indiferente. Generalmente celebramos en tailandés, pero los presentes
responden en el idioma pakagno. Sus cantos también son característicos y
transmiten una profunda espiritualidad”.
Los habitantes de este pueblo forman parte de esta etnia, caracterizada
por una cultura pacífica, solidaria y acogedora. Tienen un idioma
propio, diferente al tailandés, y tradiciones arraigadas que los
distinguen y les dan un sentido de identidad que se expresa en rituales
particulares vinculados sobre todo a los momentos destacados del
nacimiento, el matrimonio y la muerte. Antiguamente eran animistas, por
lo que mantienen rasgos de una estructura matriarcal que lleva a las
parejas jóvenes casadas a vivir el primer año de matrimonio en la
familia de la novia y luego construir su propia casa junto a la de los
padres de la novia.
“Para el pueblo Pakagno el vínculo con la naturaleza es fuerte, y en
particular en Papae los habitantes expresan un sentido de orgullo por
cuidar del bosque y por la defensa de los árboles, con atención a
extinguir los incendios, que lamentablemente se encienden con mucha
frecuencia en el norte de Tailandia para quemar el rastrojo en la
estación sin lluvias. Esto significa que el aire en el norte suele ser
irrespirable. Pero no en Papae, donde el cuidado del medio ambiente ha
llevado recientemente a algunos jóvenes a recibir el reconocimiento
nacional”.
“El ejemplo de vida y fe recibido por un joven matrimonio de Papae -
dice don Pistore emocionado - es la experiencia que hasta ahora nos ha
marcado más en nuestras visitas al pueblo. Le habían diagnosticado ELA
(esclerosis lateral amniotrófica), una enfermedad muy grave y
devastadora en todas partes, pero particularmente problemática para
vivir en un pueblo aislado sin servicios como Papae. Los misioneros
quedamos impresionados por la dignidad y la aceptación de la enfermedad
del joven cónyuge con espíritu de fe, por la entrega y ternura de su
esposa y por la solidaridad de todo el pueblo.
Se produjo de inmediato una gran apoyo e implicación de toda la
parroquia y una red de amistad que también se extendió fuera, hasta
Bangkok, hasta el Camillian Hospital, de dónde procedían, gracias al p.
Renato Tool, las medicinas que necesitaba. Hace unos meses falleció,
pero su presencia sigue siendo significativa para todos nosotros”.
Los misioneros de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús de
Betharram, expulsados de China, se refugiaron en estas áreas alrededor
de 1950, encontrando un terreno fértil para la proclamación del
Evangelio entre el pueblo Pakagno. “Actualmente - concluye don
Ferdinando - casi todos los sacerdotes de la diócesis de Chiangmai
provienen de esta etnia. La experiencia Fidei Donum del Triveneto,
además de darnos a los sacerdotes italianos la oportunidad de venir aquí
a Tailandia para servir en algunas parroquias, también ha abierto a
algunos sacerdotes diocesanos de Chiangmai la posibilidad de venir a
Italia para estudiar en nuestras facultades teológicas. Algunos ya han
regresado a Tailandia después de haber obtenido sus licenciaturas en
filosofía, derecho canónico, teología pastoral y pronto también en
liturgia”.