Puerto Maldonado, PERÚ (Agencia Fides, 17/02/2021) – El Vicario Apostólico de Puerto
Maldonado ha dirigido un llamamiento a las autoridades gubernamentales
por lo que sucede en la frontera con Brasil: tras la llegada de más de
300 migrantes, en su mayoría de Haití, el puente que marca el paso
fronterizo entre Acre (Brasil) y Madre. de Dios (Perú) se ha convertido
en un lugar de verdadera emergencia social y sanitaria, debido al cierre
por ley que establecen las medidas sanitarias.
"Creemos que hay que dar una solución inmediata a esta situación para evitar un grave conflicto social", subrayó el Vicariato en su comunicado publicado en redes sociales y medios locales, y también enviado a Fides. Nuestros agentes pastorales en la frontera entre Brasil y Perú informan que actualmente hay unos 380 migrantes, en su mayoría haitianos, pero también de Senegal, Burkina Faso, Pakistán, Bangladesh e India, que deben ingresar a Perú para ir a la región de Tumbes, el la frontera con Ecuador, y desde allí llegar a sus respectivos destinos”, se lee en el comunicado.
“Entre los migrantes hay mujeres embarazadas, menores y mujeres que
amamantan a sus hijos –continúa el texto–. De hecho, el domingo 14 de
febrero, el municipio brasileño de Assis envió un equipo médico para
controlar el estado de salud de los más vulnerables en la frontera y
tratar los casos que lo necesitaban ”.
“En Iñapari (Perú) -informa el comunicado-, el gobierno regional de
Madre de Dios cuenta con la infraestructura necesaria para someter a
todos los migrantes a la prueba de PCR molecular y, de esta manera,
asegurar que esta acción humanitaria se lleve a cabo con éxito sin poner
riesgo para la salud pública nacional ".
“Instamos a las autoridades del gobierno regional y nacional, y sobre
todo a la Cancillería de la República, a encontrar la fórmula que les
permita dar respuesta inmediata a esta emergencia, evitando un grave
conflicto social que se suma a los graves problemas que ya tenemos”,
concluye. el mensaje del Vicario Apostólico de Puerto Maldonado, que
también teme el riesgo de un conflicto social con los vecinos, debido al
elevado número de migrantes porque está creciendo día a día.