SINGAPUR (Agencia Fides 13/02/2021) - ¿Qué importancia tiene la pandemia Covid-19 en el futuro a corto plazo de Asia? ¿Cuáles son sus efectos sobre la pobreza, una plaga que no solo afecta al continente asiático, pero que en Asia, en el pasado, ha alcanzado picos extremos? ¿Cómo se comportan los estados para responder al aumento de la pobreza?.
Según el Banco Mundial, “el shock del Covid-19 no solo mantiene a la
gente en la pobreza, sino que también crea una nueva clase de pobres”.
En el otoño del año pasado, el Banco Internacional nacido en Bretton
Woods en la década de 1940 publicó una estimación según la que, en el
transcurso de 2020, el número de personas que viven en la pobreza en la
región de Asia Pacífico habría aumentado a 38 millones, “incluidos 33
millones que habrían podido salir de la pobreza y otros 5 millones
empujados a la pobreza” (considerando un umbral de $ 5.50 por día).
Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
afirma que, en todo el mundo, más de 250 millones de personas han
perdido su trabajo durante la pandemia: la crisis - señala el director
general de la OIT, Guy Ryder - amenaza con producir una “generación
perdida”. Incluso antes del informe presentado en las últimas semanas,
la OIT había estimado, por ejemplo, en el orden de millones de
trabajadores en la zona de Asia-Pacífico que, antes de la pandemia,
tenían ingresos estables garantizados por el sector turístico pero que,
tras el Covid se encontraron en riesgo de caer en una pobreza que hasta
ese momento estaba lejos de ellos.
La pandemia no parece haber dejado libre ningún sector (textil, por
ejemplo, muy extendido en Asia, comercio minorista, trabajo informal)
pero, al mismo tiempo, un informe del “Boao Forum for Asia”, una
organización sin ánimo de lucro con sede en Pekín y presidido por el
exsecretario de la ONU Ban Ki Moon, ha analizado la tendencia de las
políticas de reducción de la pobreza en Asia, destacando algunos
resultados positivos.
El “Asia Poverty Reduction Report 2020” de hecho, trata de resumir los
últimos avances, resultados y experiencias en la reducción de la pobreza
en Asia. Según el informe, la pandemia se ha convertido en el elemento
más directo que afecta la pobreza del continente y debido al impacto del
Covid-19 y la desigualdad de ingresos ha aumentado más rápido que en la
era pre-pandémica. Además, dado que Asia está experimentando rápidas
transformaciones económicas y sociales, “la región tiene mucho que
mejorar en infraestructura, servicios públicos y capacidad de gestión de
emergencias”, mientras que “los grupos desfavorecidos son
particularmente vulnerables al impacto negativo de los accidentes que
afectan a la seguridad pública”. El informe predice que casi la mitad de
la población que se enfrenta a esta nueva ola de pobreza mundial se
concentrará en el sur de Asia. Sin embargo, Asia en general sigue siendo
el actor principal en la reducción de la pobreza mundial.
“Gracias a su extraordinario crecimiento, la transformación económica y
social de Asia también ha cambiado fundamentalmente el panorama de la
economía global y la gestión de la pobreza. En 2019, las tasas de
incidencia de la pobreza en los países en desarrollo de Asia, escribe el
informe, habían caído por debajo del 3%. Cuando se mide mediante
indicadores de pobreza por ingresos, la tasa de incidencia de la pobreza
extrema en Asia es solo del 1,85%. La región está entrando en una fase
crítica caracterizada por la eliminación de la pobreza extrema y la
apertura de una nueva era marcada por la reducción de la pobreza
relativa”. En cualquier caso, Asia -concluye la investigación- “debería
ganar terreno en la consecución del primer objetivo de la Agenda 2030 de
Naciones Unidas para el desarrollo sostenible que es precisamente:
Erradicar la pobreza”.