Dushanbe, TAJIKISTÁN (Agencia Fides 20/04/2021) - Con un proyecto que pretende apoyar el
trabajo del personal médico en el sistema penitenciario nacional, la
Iglesia de Tayikistán ha activado una nueva misión de acompañamiento y
atención a los presos, para “salir a las periferias existenciales”,
llevando un mensaje evangélico de amor y proximidad. Las actividades
-según se desprende de una nota enviada a la Agencia Fides- tienen como
objetivo la asistencia y la profilaxis de la tuberculosis y se llevan a
cabo gracias a la acción puesta en marcha por Cáritas Tayikistán con el
apoyo de Cáritas Luxemburgo. “Tratamos de apoyar al personal médico en
las etapas de prevención, diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.
Uno de los aspectos clave es el apoyo socio-médico que se ofrece a los
reclusos que son trasladados fuera del centro penitenciario durante el
tratamiento: el objetivo es garantizar que éste nunca se interrumpa. La
actividad consiste en transportar a estos pacientes a
los centros civiles de tratamiento de la tuberculosis en su distrito de
residencia, pero también en reunirse con los médicos y los familiares
para asegurarse de que se toman realmente los medicamentos. También
proporcionamos asesoramiento psicológico a los pacientes y sus familias y
ofrecemos un posible apoyo nutricional como incentivo para el éxito del
tratamiento”, se lee en la nota.
Para la comunidad católica de Tayikistán, éste no es el primer proyecto
dedicado a la atención de los presos. En 2020, de hecho, los voluntarios
de la Iglesia local, en colaboración con el personal médico de la
prisión, activaron un presidio contra la propagación del Covid-19 en la
prisión de la ciudad de Qubodiyon, involucrando a unas 12 mil personas,
entre presos y guardias de la prisión, en acciones destinadas a
“reforzar las unidades sanitarias para prevenir y controlar la
epidemia”, según han contado los responsables del proyecto a la Agencia
Fides.
La Iglesia tayika es una pequeña comunidad religiosa en un contexto
social 98% musulmán: los fieles son actualmente un centenar, repartidos
entre las dos parroquias de Dushambe y Qurǧonteppa. La presencia
católica en Tayikistán comenzó en los años 70. Los primeros creyentes
eran principalmente alemanes de Rusia, Ucrania y Lituania, deportados al
país en la época de la Unión Soviética. A causa del régimen comunista,
durante años las comunidades de Tayikistán estuvieron completamente
aisladas de la Iglesia universal. Fue el Papa Juan Pablo II quien
estructuró la presencia católica local, instituyendo la Missio sui iuris
el 29 de septiembre de 1997. En este contexto, las acciones caritativas
ya se habían iniciado en 1983 por parte de pequeños grupos, que se
unieron oficialmente a Cáritas en 2004.