Ciudad del México, MÉXICO (Agencia Fides, 21/04/2021) - Al finalizar su Asamblea Plenaria,
los obispos mexicanos han publicado un mensaje dirigido “a nuestro amado
pueblo mexicano”. Articulado en tres puntos, inicia con una mirada a la
situación actual.
“Estamos viviendo tiempos muy complejos en México y el mundo entero; las
graves situaciones provocadas por la pandemia han puesto en crisis
nuestro sistema nacional de salud, nuestro sistema educativo, la
seguridad de los mexicanos y la sana convivencia familiar que ha visto
amenazados sus ingresos”. Pero se mira con esperanza hacia el futuro
sobre todo dado el inicio de la vacunación con el deseo de que “este
proceso fuera aún más ágil para que la salud de todos corra menos
riesgos, la economía pueda reactivarse, los niños puedan asistir a la
escuela, los índices de violencia dentro y fuera de los hogares puedan
disminuir”.
Los obispos esperan también que se creen las condiciones necesarias para
reconstruir el tejido social, tan resquebrajado hoy y ven con
preocupación “la creciente polarización de los discursos políticos; el
alarmante índice de candidatos asesinados; regiones enteras bajo el yugo
del crimen organizado; el maltrato a los migrantes y la militarización
de las fronteras; la falta de cuidado de nuestra casa común; la amenaza
contra las energías limpias; el escaso interés por el bien común y la
verdad…”
En medio de estas crisis tan graves que atraviesa el país, preocupa que
“algunos legisladores estén más atentos a la promulgación de leyes
influidas por la ideología de género que polarizan nuestra sociedad, en
lugar de promover los valores que han sostenido nuestra nación como la
familia, el respeto a la vida, la educación en valores cívicos y la
libertad religiosa”.
En la segunda parte, los obispos parten del deseo del Señor Jesús, “Que
todos sean uno” (Jn 17, 21), que es el título de todo el mensaje, para
exhortar a mantener la unidad: “unidad en el esfuerzo por salir juntos
de esta crisis; unidad en el compromiso por los más afectados en esta
pandemia; unidad en la solidaridad para salir adelante más fortalecidos;
y unidad en la voluntad por reconciliarnos y reconstruir el tejido
social, superando las barreras que nos dividen”. Esto es imprescindible
si se quiere reconstruir realmente la nación mexicana, ya que se
necesita la colaboración de todos para superar los retos actuales para
hacer posible un mejor México.
La tercera parte del mensaje propone algunas líneas de acción. “Urge
colaborar juntos – escriben - en la búsqueda de soluciones para
enfrentar la emergencia sanitaria, familiar, educativa, económica y de
seguridad: ¡no hay tiempo para divisiones ni descalificaciones! Hemos de
aprender a dejar nuestros intereses egoístas, individuales o
partidistas, para alcanzar un diálogo por el bien de todos los
mexicanos”.
Los obispos se dirigen después a los diferentes componentes de la
sociedad. A quienes gobiernan o aspiran a hacerlo, les invitan a
“reflexionar en su papel fundamental en la promoción de acuerdos que
ayuden a superar las crisis que estamos enfrentando”. Los votantes son
invitados a ejercer su derecho al voto, informándose sobre los
candidatos y sus propuestas “para que las analicen desde su conciencia
de modo que su voto sea libre, razonado y responsable, en coherencia con
nuestros valores humanos y cristianos”. A los empresarios y
responsables del desarrollo económico, que tienen un papel fundamental
en la creación de empleos, se les pide que no olviden “que su actividad
productiva ha de tener como máximo valor la persona, el bien común y la
urgencia de que sus acciones se realicen bajo una política sustentable
cuidando nuestra casa común… sin olvidar su compromiso social en la
reconstrucción de nuestro país”.
Los obispos también expresan su cercanía a las familias por las
dificultades que han vivido en este año de confinamiento, exhortándolas a
no descuidar su espacio de espiritualidad y oración. Luego muestran su
aprecio a los médicos, enfermeras y personal de apoyo, “por su
extraordinario servicio durante esta pandemia; y por habernos recordado
la importancia de servir con amor”. Un agradecimiento especial también
se dirige a los maestros por “su servicio generoso, esforzado y creativo
durante esta época de pandemia” y a todos los agentes de pastoral,
sacerdotes, religiosos y laicos, “por su testimonio y compromiso por
estar siempre cercanos al Pueblo de Dios en estos tiempos difíciles”.
“Los obispos de México abrazamos a todos los mexicanos – concluyen - y
los invitamos a sumar esfuerzos para trabajar juntos no por un
nacionalismo excluyente, sino por una unidad pluricultural mexicana y
universal”.