Colombo, SRI LANKA (Agencia Fides, 20/04/2021) – “Invocamos a Dios y pedimos justicia al gobierno. Mañana las campanas de las iglesias de todo el país tocarán para recordar a las víctimas de los atentados del 21 de abril de 2019, cuando los terroristas provocaron una masacre en Sri Lanka. A continuación, se guardarán dos minutos de silencio y toda la nación hará una pausa para hacer memoria. Las escuelas católicas permanecerán cerradas. Los 15 obispos, con sacerdotes, religiosos y fieles católicos, inaugurarán la nueva capilla de los mártires que hemos construido en el cementerio de Negombo, lugar de uno de los atentados, gracias a los donativos que hemos recogido con la red internacional de las Obras Misionales Pontificias. A continuación habrá una marcha silenciosa por la paz y la justicia, que concluirá en la iglesia de San Sebastián de Katuwapitiya, también en Negombo, una de las iglesias más dañadas por los atentados. Aquí celebraremos una misa solemne de conmemoración. Todo ello para pedir la ayuda de Dios e instar al gobierno de Colombo a que promueva una verdadera justicia para nuestros mártires”: así se expresa a la Agencia Fides el padre Basil Fernando, Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en Sri Lanka, refiriéndose a la jornada de conmemoración que la Iglesia en Sri Lanka, y en toda la nación, vivirá mañana, 21 de abril de 2021.
Comunidades de todas las religiones (musulmanes, budistas, cristianos,
hindúes) se unirán espiritualmente para conmemorar a las víctimas y,
según informa el Director Nacional, “los fieles católicos, directamente
afectados por los atentados, se unirán en vigilias de oración en todo el
país. Todo el mundo encenderá una vela o una luz para recordar las
vidas rotas y rezar por sus familias, al tiempo que recordamos que
muchas personas siguen hospitalizadas, sufriendo o discapacitadas, y
viviendo con el trauma y las heridas de esos atentados”.
Con la presencia de todos los Obispos, la Iglesia de Sri Lanka vivirá la
bendición oficial de la nueva Capilla de los Mártires, “financiada y
construida gracias a la red de las OMP, especialmente a las ofrendas
recogidas por Missio UK-Galles y Missio Scotland”, informa el p. Basil
Fernando.
El director anuncia un programa de conmemoración denso con gestos
significativos para recordar los atentados el domingo de Pascua de 2019:
“La Iglesia pide justicia, como subrayó el cardenal Malcolm Ranjith,
arzobispo de Colombo, reiterando la urgencia de arrojar luz sobre las
masacres. Simplemente nos preguntamos: ¿Quién estuvo detrás? ¿Quién lo
planeó? ¿Quiénes son los autores? ¿Cuáles son las responsabilidades u
omisiones de las fuerzas u organismos de seguridad del Estado? Son
preguntas que merecen respuestas. El Estado no puede eludirlas. La
justicia es la base de la paz, de la reconciliación, de hacer las paces
con la memoria, de la prosperidad y de la coexistencia pacífica”, señala
el Director Nacional de las OMP.
En los últimos días, el Card. Malcolm Ranjith ha pedido que un tribunal internacional investigue de forma independiente los atentados de Semana Santa de 2019. El entonces presidente Maithripala Sirisena estigmatizó primero a los extremistas islámicos y luego a la red internacional de narcotráfico a la que supuestamente quería dirigir sus esfuerzos de lucha contra el tráfico. Se sabe que las autoridades habían recibido información por parte de la inteligence antes de la masacre, pero fue ignorada.
El 21 de abril, hace dos años, nueve terroristas afiliados al grupo
islamista local “Thowheed Jamathha” atacaron tres iglesias y tres
hoteles de lujo, matando al menos a 258 personas, entre ellas 37
extranjeros, e hiriendo a más de 500 personas. Siete bombas explotaron
en dos iglesias católicas (la de San Sebastián en Negombo y el Santuario
de San Antonio en Kochchikade, Colombo), y otra en una iglesia
evangélica en Batticaloa, en el este del país. La Iglesia de San
Sebastián y el Santuario de San Antonio han sido reabiertos a los
fieles, pero necesitan obras para completar su renovación. Los líderes
religiosos han pedido en repetidas ocasiones a las autoridades políticas
que se esfuercen más por evitar nuevos atentados y por llevar a los
autores ante la justicia.