Cebú, FILIPINAS (Agencia Fides, 21/04/2021) – “Celebrar los 500 años de cristianismo en Filipinas es una oportunidad para revivir la gracia del Bautismo que nos hace testigos de Cristo y misioneros, tanto a nivel personal como comunitario. Todos hemos recibido el mandato misionero de anunciar y testimoniar la fe y el amor de Cristo en el país y en el mundo”: ha declarado a la Agencia Fides el Arzobispo de Cebú, José S. Palma, recordando que la Iglesia celebra en 2021 el año de la “Missio ad Gentes”. De hecho, la Conferencia Episcopal de Filipinas ha llevado a cabo un ciclo preparatorio de nueve años (de 2013 a 2021), asignando a cada año un tema particular, para profundizar en los temas centrales de la fe, con vistas al Jubileo. El último año del ciclo preparatorio, 2021, es el “Año de la Missio Ad Gentes”.
Entre las celebraciones simbólicas del Jubileo, tras la apertura de las
Puertas Santas en más de un centenar de iglesias el Domingo de Pascua,
se encuentra la conmemoración del primer Bautismo, organizado en Cebú,
en el centro de Filipinas. El padre Bonnin A. Olivar, sacerdote de la
arquidiócesis de Cebú, ha comentado a la Agencia Fides: “Al cumplirse
los 500 años de fe del país, todos estamos llamados a redescubrir
nuestro bautismo y el mandato misionero de vivir el Evangelio sin miedo,
con fidelidad y fortaleza”.
El 14 de abril se celebró en Cebú una misa solemne en conmemoración del
primer bautismo, presidida por el Arzobispo Charles J. Brown, Nuncio
Apostólico en Filipinas. El Nuncio instó a los católicos del país a
“vivir su compromiso bautismal con valor, celo y fidelidad” además de
“compartir el mensaje del Evangelio con palabras y obras”.
“Reconsideremos hoy nuestra llamada bautismal, para que seamos testigos
de la luz de Cristo no sólo aquí en Filipinas, sino en todo el mundo”,
subrayó el nuncio.
La misa del 14 de abril se celebró en la Plaza Sugbo de Cebú, situada
junto a la histórica Basílica Menor del Santo Niño de Cebú. Antes de la
misa, algunos artistas representaron una recreación histórica del primer
bautismo en suelo filipino, recreando el primer encuentro entre los
indígenas Sugbuanon y los colonos españoles, liderados por el explorador
portugués Fernando de Magallanes. El 14 de abril de 1521, el rajá de
Cebú Datu Humabon, la reina Juana y 800 de sus seguidores fueron
bautizados por el padre Pedro de Valderrama. El bautismo tuvo lugar una
semana después de la llegada de la expedición española. Para conmemorar
la ocasión, Magallanes regaló a la reina Juana una imagen del niño Jesús
y se erigió una gran cruz en el lugar del bautismo, símbolo histórico
de la ciudad que ahora se conoce como la “Cruz de Magallanes”.
Ese mismo día, la Comisión Histórica Nacional de Filipinas (NHCP)
declaró formalmente la Iglesia de Santo Niño en Cebú como "Basílica
Menor", mientras que el Convento y el Pabellón de la Cruz de Magallanes
también fueron declarados "Tesoros Culturales Nacionales".
“Hoy, 500 años más tarde, la misma fe católica es llevada a todo el mundo por los filipinos, no como colonizadores, sino en muchos casos como trabajadores en el extranjero, unos 10 millones", recordó el arzobispo Brown, señalando en este movimiento inverso "la universalidad de la fe católica". "La fe católica no puede identificarse con una sola cultura, sino que es la verdad de Dios que puede ser abrazada por cualquier cultura y, con el tiempo, transformará esa cultura para que -como aquí en Filipinas- esa cultura dé su particular expresión a la fe católica”, explicó el Nuncio.
En la celebración también se bautizaron siete niños de diferentes
comunidades de la isla, mientras que en días anteriores la Arquidiócesis
de Cebú celebró el bautismo de 100.
La Iglesia filipina señala que los bautismos siguen siendo anualmente un
número considerable en Filipinas. Según el último Anuario Estadístico
de la Iglesia 2019, publicado en marzo, Filipinas ocupa el tercer lugar
del mundo en número de bautizados. En Filipinas se registraron más de
1,6 millones de bautismos de niños y niñas en un año, mientras que las
cifras de bautismo de personas mayores de siete años son distintas. En
total, Filipinas tiene 89 millones de católicos bautizados, de una
población de 110 millones.