Ciudad de México, MÉXICO (Agencia Fides, 29/04/2021) - La Iglesia está junto a las personas
que son víctimas de la violencia, y pone a disposición todos sus
recursos y estructuras para la solidaridad y la promoción de la vida
humana: así lo ha reiterado el Arzobispo Franco Coppola, Nuncio
Apostólico en México, que ha visitado recientemente la ciudad de
Aguililla, asediada por los cárteles de la droga en guerra entre sí. En
Aguililla, ciudad del estado occidental de Michoacán, las
organizaciones criminales se enfrentan entre sí provocando una situación
de violencia generalizada que afecta a la población civil. Las bandas
han bloqueado las carreteras, dejando a los residentes sin poder viajar
libremente y provocando escasez de todo, desde alimentos hasta
combustible.
“La Iglesia no se implica en la guerra, pero puede ocuparse de los
heridos, de las personas. Mi visita pretende hacer sentir a la gente que
la Iglesia está cerca: no estáis solos y no os dejaremos abandonados”,
ha dicho el Nuncio que en Aguililla, ha encabezado una procesión y
celebrado una misa el pasado 23 de abril.
La visita del Nuncio Apostólico ha generado un breve respiro en la violencia que atenaza a la región, donde se enfrentan organizaciones criminales rivales: United Cartels y Jalisco New Generation Cartel.
La guerra entre bandas se ha vuelto cada vez más violenta, empañada por
sucesos terribles como la decapitación de cadáveres y los duros
enfrentamientos con la policía. La situación en Aguililla se ha vuelto
tan grave que los medios de comunicación mexicanos informan de que más
de 1.500 personas han huido de la región.
El actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho el
Nuncio, ha enviado una carta al Papa Francisco pidiendo ayuda para
“combatir el crimen y la violencia en México”.