viernes, 9 de agosto de 2013

Mensaje Papal a los Caballeros de Colón en su 131ª Convención Suprema

CIUDAD DEL VATICANO (http://catolicidad.blogspot.com – Agosto 9 de 2013). En ocasión del 131ª Convención Suprema anual de los Caballeros de Colón, que se ha celebrado en San Antonio in Texas, el Cardenal Secretario de Estado Tarcisio Bertone, en nombre del Santo Padre FRANCISCO, ha enviado al Señor Carl Albert Anderson, Caballero Supremo el siguiente Mensaje.


Texto íntegro del Mensaje:


Estimado Sr. Anderson,


A Su Santidad el Papa FRANCISCO le complace saber que a partir de 6 a 8 Agosto 2013 se ha celebrado la 131ª Convención Suprema de los Caballeros de Colón en San Antonio, Texas. Él me ha pedido que transmita sus cordiales saludos a todos los asistentes, junto con la seguridad de su cercanía en la oración. También me ha pedido que les exprese su aprecio por los ideales de fe y fraternidad encarnados por su Orden, su compromiso con la misión de la Iglesia, y de las muchas obras de caridad y de testimonio evangélico que realizan los Caballeros en sus Consejos locales, parroquias y comunidades. En estos primeros meses de su Pontificado, ha sido confortado por los mensajes de aliento, de oración y de solidaridad espiritual que ha recibido de tantos Caballeros y de sus familias.


A Su Santidad le complace saber que la Convención Suprema de este año ha elaborado el tema - Ser Protectores de los dones de Dios - de la homilía de la Misa de inauguración de su Ministerio Papal, que por una feliz casualidad cayó en la Solemnidad de San José. Como protector de la Sagrada Familia, el humilde carpintero de Nazaret es un modelo de las virtudes viriles de la fuerza tranquila, la integridad y la fidelidad que los Caballeros de Colón han tratado de preservar, cultivar y transmitir a las nuevas generaciones de hombres católicos. Fue de hecho, como una asociación de protección que su Orden fue fundada a finales del siglo XIX, en respuesta a la necesidad de promover el bienestar material y espiritual de los trabajadores y sus familias, la dignidad del trabajo y las demandas de justicia social, y el avance de la misión de la Iglesia. Fiel a esta visión de fundación, los Caballeros continúan desempeñando un rol destacado en ayudar a los católicos a responder a su vocación de ser "protectores de la creación, protectores del plan de Dios inscrito en la naturaleza, protectores de sí y de los demás y del medio ambiente" (Homilía , 19 de Marzo de 2013).


Entre los primeros actos de su Pontificado, el Santo Padre ha querido añadir el nombre de San José a cada una de las Plegarias Eucarísticas de la Misa. Espera que los Caballeros, en veneración a la memoria de este gran Santo, pidan su intercesión para la protección de todas las bendiciones que Dios ha derramado sobre ellos y sus familias, y el trabajo que cada vez con mayor compromiso desarrollan en la difusión del Evangelio, la conversión de los corazones y de la renovación del orden temporal en Cristo (cf. Apostolicam actuositatem, 7). Consciente de la responsabilidad específica que los fieles laicos tienen la misión de la Iglesia, Él invita a cada Caballero, a cada Consejo, para que sea testimonio de la auténtica naturaleza del matrimonio y de la familia, la santidad y la dignidad inviolable de la vida humana, y la belleza verdadera de la sexualidad humana. En esta época de cambios sociales y culturales rápidos, la protección de los dones de Dios no puede dejar de incluir la afirmación y defensa del gran patrimonio de verdades morales enseñadas por el Evangelio y confirmadas por la correcta razón, que sirven como la base de una justa y bien ordenada sociedad.


Por esta razón Su Santidad, una vez más expresa su aprecio por el claro testimonio público ofrecido por los Caballeros de Colón en la protección del derecho y el deber de los creyentes a participar de manera responsable, sobre estas bases de profundas convicciones, en la vida de la sociedad. En su Encíclica Lumen Fidei, habló acerca de la fe, precisamente porque abarca la verdad de Dios, arroja luz sobre el auténtico significado y propósito de la vida, fortalece los lazos que unen a los individuos y las comunidades, y por lo tanto sirve como una base confiable para la construcción de una sociedad justa y humana (cf. Nos. 50-51). Como el presente Año de la Fe está cerca de su fin, el Santo Padre pide a cada Caballero que reavive la oración personal, la catequesis permanente y las obras de caridad, a la luz de la fe - Lumen Fidei - que expanda nuestros horizontes, abra nuestros corazones al amor y a guíe nuestros pasos hacia los individuos, las familias y las naciones a lo largo del camino de la esperanza a la que Dios nos guía constantemente en toda la historia de la humanidad.


Con estos sentimientos, Su Santidad encomienda las deliberaciones de la 131ª Convención Suprema a la intercesión amorosas de María, Madre de la Iglesia. Asegurando a los Miembros del Consejo Supremo, a todos los Caballeros y a sus familias, recordarlos en sus oraciones e imparte de corazón su Bendición Apostólica como prenda de alegría y paz en nuestro Señor Jesucristo. 

Por favor, acepte mi propia oración y mis mejores deseos para la ocasión.

Sinceramente

Tarciso Card. Bertone, S.D.B.
Secretario de Estado