miércoles, 21 de agosto de 2013

Recibe FRANCISCO a 200 estudiantes japoneses


CIUDAD DEL VATICANO (http://catolicidad.blogspot.com - Agosto 21 de 2013). A las 11:00 horas de esta mañana, el Santo Padre FRANCISCO ha recibido en Audiencia en el Patio de San Dámaso del Palacio Apostólico Vaticano, a estudiantes y profesores del Colegio “Seibu Gakuen Bunri Junior High School” de Saitama, Tokio, Japón.

 
En el curso del encuentro, el Papa les dirigió las siguientes palabras, traducidas simultáneamente al japonés por un intérprete:


¡Buenos días!

Se ve que entienden el italiano…


¡Los saludo! Es para mí un placer, esta visita. Espero que este viaje para ustedes sea muy fructífero porque conocer a otras personas, a otras culturas nos hace siempre mucho bien: Nos hace crecer.


Y esto, ¿por qué? Porque si estamos aislados en nosotros mismos, tenemos sólo aquello que tenemos, no podemos crecer culturalmente.; en cambio, si vamos a encontrarnos con otras personas, otras culturas, otras modos de pensar, otras religiones, salimos de nosotros mismos y comenzamos aquella aventura tan bella que se llama “diálogo”.


El diálogo es muy importante para la propia madurez, porque en el confrontarse con la otra persona, en el confrontarse con las otras culturas, también en el confronto sano con las otras religiones uno crece: crece, madura.


Cierto, existe un peligro: que si en el diálogo uno se cierra y se molesta, puede pelear; y el peligro de pelear, es esto que no está bien, porque nosotros dialogamos para encontrarnos, no para pelear.


Y ¿cuál es la actitud más profunda que debemos tener para dialogar y no pelear? La mansedumbre, la capacidad de encontrar a las personas, de encontrar a las culturas, con paz; la capacidad de hacer preguntas inteligentes: “¿Por qué tú piensas así? ¿Por qué esta cultura es así?”. Escuchar a los otros, y luego hablar. Primero escuchar, luego hablar. Todo esto es mansedumbre. Y si tú no piensas como yo – pero… yo pienso de forma diferente, tú no me convences - pero somos amigos igualmente; he escuchado como piensas y tú has escuchado como pienso yo.


Y ¿saben una cosa, ¿una cosa importante? Este diálogo es aquel que hace la paz. No puede haber paz sin diálogo. Todas las guerras, todas las luchas, todos los problemas que no se resuelven, que nos encontramos, son por falta de diálogo. Cuando hay un problema, diálogo: esto hace la paz. Y esto es lo que deseo para vosotros en este viaje de dialogo: que sepan dialogar; cómo piensa esta cultura, que bello esto, esto no me agrada, pero dialogando. Y así se crece. Les deseo esto y un buen viaje a Roma.


Les deseo lo mejor para vosotros, para vuestra escuela, para vuestras familias: Dios bendiga a todos. Gracias”.



Una niña:


Estamos felices de haber tenido la oportunidad de conocerlo y escuchar Sus palabras; a partir de ahora pondremos en práctica en nuestra vida lo que escuchamos de Usted. También queremos agradecerle por habernos concedido un poco de Su precioso tiempo.