''Os agradezco todo lo que habéis hecho, lo que hacéis y los que hareís por este concierto que nos une -dijo el Pontífice- La música tiene la capacidad de unir a las almas y de unirnos con el Señor, nos lleva siempre.. es horizontal y también vertical, se eleva y nos libra de las angustias. Incluso la música triste, pienso en algunos adagios de aflicción, también nos ayuda en los momentos difíciles''.
''Muchas gracias porque nos sentará bien a todos poner espíritu en medio del mercantilismo que siempre nos rodea y nos menoscaba, nos quita la alegría. Y como creyentes tenemos la alegría de un Padre que nos ama a todos y la alegría de poder ser hermanos de todos. Esta es la alegría que sembráis ahora con este concierto. Será un concierto para sembrar alegría, no una alegría que divierte un momento, no; la semilla permanecerá en el alma de todos y hará tanto bien. Os doy , de todo corazón, las gracias por el bien que háceis''.