Como informa el mismo editorial, recibido en la Agencia Fides, después de la “operación Jalisco” de las fuerzas de seguridad, en un intento de capturar a un líder de una banda criminal, la ciudad ha sido atacada por varios puntos: autovía, gasolineras, bancos, centros comerciales, vehículos militares, para desafiar abiertamente la seguridad pública como quizás nunca antes se había visto.
Los civiles sufren así los efectos de la negligencia de las autoridades y la criminalidad ha paralizado una de las ciudades más grandes del país. “Parece que las lecciones de Michoacán no fueron suficientes al destapar la corrupción que sometió todos los aspectos de la vida de esa zona. Ahora le toca a Jalisco” afirma el editorial. “Los ciudadanos sólo pueden preguntarse: ¿Hasta dónde debe escalar la violencia para ser detenida? ¿Hasta que el narcoterror cobre sus cuotas de muerte y someta a otras grandes ciudades?”.