lunes, 4 de mayo de 2015

Papa a los Cursillos de Cristiandad: "Llevad vuestro carisma a las periferias existenciales"

CIUDAD DEL VATICANO, 1° de mayo de 2015 (VIS).- Los participantes en la tercera Ultreya Europea organizada por los Cursillos de Cristiandad fueron recibidos ayer tarde por el Papa FRANCISCO, que citando el lema de su encuentro, el ''Ultreya'' (Más allá) con que se saludan los peregrinos del Camino de Santiago, les invitó a seguirlo siempre, a ir cada vez más adelante, inspirándose en el espíritu misionero y no proselitista de sus iniciadores, los españoles Eduardo Bonnín Aguiló y el entonces obispo de Mallorca, Juan Hervás y Benet. Como recordó el Papa, ambos, junto con otros jóvenes laicos, se dieron cuenta de la necesidad de llegar a sus coetáneos vislumbrando el deseo de verdad y el amor presente en sus corazones.

''Aquellos pioneros – rememoró el Pontífice- se acercaron a la gente, involucrándola con simpatía y acompañándola en el camino de la fe con respeto y amor. Esto es importante: la simpatía, la compañía ….. Y quiero decir algo sobre vuestro movimiento: ¡No habéis hecho proselitismo! Y es una virtud. "La Iglesia no crece con el proselitismo, sino con el testimonio'' - dijo el Papa Benedicto.- Y así es... También hoy queréis anunciar la Buena Nueva del amor de Dios, aproximándoos a los demás... para que vivan una experiencia personal del amor infinito de Cristo que libera y transforma la vida''.

En el encuentro caracterizado por la espontaneidad, el Papa respondió a las preguntas de los participantes en la Ultreya sugiriéndoles como hacer fructificar el carisma que les había sido otorgado, comenzando por explicar que para ayudar a crecer a los demás en la fe, antes que nada, había que experimentar en primera persona la bondad y la ternura de Dios para después comunicarla con benevolencia y misericordia. ''Este -dijo- es el testimonio. El testimonio amistoso del diálogo entre amigos''.

''El método de evangelización de los Cursillos -prosiguió- nació precisamente de este ardiente deseo de amistad con Dios, que es la fuente de nuestra amistad con los hermanos. Desde el principio se entendió que sólo dentro de una relación de amistad era posible preparar y acompañar a las personas en su camino. Un camino que parte de la conversión, pasa por el descubrimiento de la belleza de una vida vivida en la gracia de Dios, y desemboca en la alegría de convertirse en apóstoles en la vida diaria. Y así, desde entonces, miles de personas de todo el mundo han sido ayudadas a crecer en la vida de la fe. En el entorno actual de anonimato y aislamiento típico de nuestras ciudades, es muy importante la dimensión acogedora, familiar, a escala humana, que ofrecéis en vuestras reuniones de grupo''.

Es importante que esas reuniones de pequeños grupos se acompañen de ''momentos que favorezcan la apertura a una dimensión social y eclesial más grande, involucrando también a los que han entrado en contacto con vuestro carisma pero que habitualmente no participan en un grupo....Efectivamente, la Iglesia es una "madre de corazón abierto" que nos invita a veces a "reducir la velocidad", "a renunciar a las urgencias para acompañar a los que se quedaron en el borde de la carretera".

FRANCISCO concluyó sus palabras reiterando la invitación a ir ''siempre más allá'' fieles a su carisma y a ''mantener vivo el celo, el fuego del Espíritu que siempre impulsa a los seguidores de Cristo a llegar a los que están lejos, sin hacer proselitismo, a salir de sus comodidades y tener el coraje de alcanzar todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio... Cada carisma está llamado a crecer porque lleva dentro al Espíritu Santo y el Espíritu Santo hace crecer. Cada carisma debe confrontarse con culturas diversas, con maneras de pensar diversas, con valores diversos...dejándose guíar por el Espíritu''.