Por
su parte, una delegación del Vaticano corresponde todos los años a la
visita desplazándose a Estambul (Turquía) el 30 de noviembre, día de San
Andrés, como recordó el Santo Padre, rememorando la cálida bienvenida
que recibió en esa ocasión el pasado año por parte del Patriarca
Bartolomé, del clero y los fieles del Patriarcado Ecuménico. ''La
oración ecuménica en la víspera de la fiesta, y luego la Divina Liturgia
en la Iglesia Patriarcal de San Jorge -dijo- nos brindaron la
oportunidad de alabar al Señor juntos y de pedirle al unísono que se
acerque el día en que se restablezca la comunión plena y visible entre
ortodoxos y católicos''.
''El
logro de esta meta, hacia la que nos encaminamos con confianza -agregó-
es una de mis principales preocupaciones por las que nunca dejar de
rezar a Dios. Espero, por tanto, que se multipliquen las ocasiones de
encuentro, de intercambio y colaboración entre fieles católicos y
ortodoxos, de modo que, profundizando el conocimiento y respeto mutuo,
podamos superar todos los prejuicios y la incomprensión, legado de la
larga separación, y afrontar en la verdad, pero con espíritu fraterno,
las dificultades que aún existen''. En ese sentido FRANCISCO reiteró su
apoyo a la valiosa labor de la Comisión Mixta Internacional para el
diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa,
subrayando que los problemas que puedan surgir en el curso del diálogo
teológico no deben dar lugar al desaliento o renuncia. ''El examen
cuidadoso de cómo se articulan en la vida de la Iglesia del principio de
sinodalidad y el servicio del que preside -subrayó- dará una
contribución significativa al progreso de las relaciones entre nuestras
Iglesias''.
Asimismo
el Papa aseguró sus oraciones y las de muchos católicos para el próximo
Sínodo Pan-ortodoxo, y las pidió a su vez para la Asamblea Ordinaria
del Sínodo de los Obispos de la Iglesia Católica, dedicado a la familia,
que tendrá lugar en el Vaticano en el mes de octubre, y en el que se
espera contar con la participación de un delegado fraterno del
Patriarcado ecuménico.