Bujumbura, BURUNDI (Agencia Fides, 29/02/2016) - Organizar, tan pronto como sea posible, un
“diálogo inclusivo” al que están llamados a participar “todos los
actores más importantes” de la crisis, bajo la égida del discutido (en
el país) presidente de Uganda, Yoweri Museveni. Este es el anuncio más
importante de la misión de la Unión Africana enviada a Burundi para
tratar de resolver la crisis política creada por el tercer mandato del
Presidente Pierre Nkurunziza.
La oposición de Burundi cuestiona el resultado de la misión de la ONU
(compuesta por los presidentes de Sudáfrica, Mauritania, Senegal, Gabón y
el Primer Ministro de Etiopía), en primer lugar debido a que no se ha
reunido con varios representantes de la oposición que están en el exilio
y también porque insiste en mantener a Museveni, como mediador de la
crisis en su país. Museveni ha sido re-elegido Presidente de Uganda en
unas elecciones muy discutidas, después de 30 años en el poder, y ante
los ojos de la oposición de Burundi no parece ser la persona más
indicada para mediar en una crisis nacida por la pretensión de
Nkurunziza, de obtener un tercer mandato presidencial.
Por su parte, Nkurunziza en un comunicado, ha indicado que podrán
participar en el diálogo de la UA sólo “interlocutores pacíficos”,
excluyendo así a la plataforma CNARED acusado de ser instigadora de
protestas contra el mandato presidencial y de haber participado en el
fallido golpe de Estado de mayo del 2015.
La UA ha decidido no enviar a Burundi una fuerza de paz de 5.000
hombres, proponiendo enviar unos 100 observadores de los derechos
humanos y 100 observadores desarmados para vigilar la frontera entre
Burundi y Ruanda, cuyo gobierno está acusado de ayudar la guerrilla de
Burundi contra Nkurunziza.