Dacca, BANGLADESH (Agencia Fides, 24/02/2016) - La tensión sigue siendo alta en Banglasdesh, y
la vigilancia necesaria de la vida de los misioneros “está causando
algunas consecuencias en el ejercicio del ministerio”, dice una nota del
Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras, recibida en la Agencia
Fides.
A poco más de tres meses del ataque al padre Piero Parolari, que está
retomando un ritmo de vida normal, se ha producido el asesinato de un
sacerdote hindú el 21 de febrero en el noroeste del país, creando alarma
y preocupación. El atentado ha sido reivindicado por una fuente que se
define “Isis”, pero cuya autenticidad no es segura. La agresividad del
fundamentalismo islámico se ha reavivado en el noroeste del país. En los
últimos meses, la zona ha sido escenario de tres ataques armados contra
templos hindúes, de la profanación de estatuas y símbolos religiosos.
La policía persigue y acompaña a los misioneros cristianos en sus
movimientos y en ocasiones les recomienda que no se muevan. “Si las
restricciones continúan o aumentan aún más, será necesario, con pesar,
reconsiderar nuestra ubicación”, dice un misionero local.
Según el Pime, la situación para los que están dentro y alrededor de
Dhaka es menos preocupante. A pesar de que la policía ha descubierto en
Mirpur, vasta área al noroeste de la capital, un semillero de
fundamentalistas cargados de armas, que estaban organizando ataques a
algunas iglesias de la zona. En general, el clima social en el país
sigue estando “marcado por la preocupación” y “en especial las minorías
se sienten bajo tiro y realmente lo están”, señala el PIME, afirmando
que “el gobierno, por un lado, trata de reprimir y proteger y por otro
quita importancia”.
La misión en Bangladesh, es una de las misiones más antiguas del
Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME), que llegó al
sub-continente indio en 1855. Hoy en día, los 29 misioneros del PIME en
el país están presentes en tres diócesis: Dhaka, Dinajpur y Rajshashi.
Los misioneros están comprometidos a nivel pastoral en las parroquias e
instituciones educativas y sociales tales como escuelas, dispensarios,
hospitales.