Kidapawan City, FILIPINAS (Agencia Fides, 23/02/2016) – La Eucaristía es la fuente de toda obra
pastoral, ya este dirigida a las familias, a los pobres, a la Iglesia y
a la sociedad, que necesita de la misericordia del Padre: es la idea
que ha surgido en la asamblea de más de 500 sacerdotes que trabajan en
21 diócesis de la isla de Mindanao, reunidos en Kidapawan para su
convención anual, que este año ha llegado a la 40 edición. Según la
información de la Agencia Fides, los sacerdotes de Mindanao, que han
querido dar a este encuentro un carácter Jubilar, han escuchado al
cardenal Orlando Quevedo, Arzobispo de Cotabato, quién ha destacado que
“la Eucaristía constituye el alimento para las familias confiadas al
cuidado pastoral de los sacerdotes diocesanos en sus parroquias y
comunidades eclesiales”. Es el sacramento que ayuda a dar la gracia y la
misericordia de Dios a todos aquellos que están heridos, a los pobres, a
los que sufren, a los refugiados: este es el alimento que no pu
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faltar junto a la ayuda caritativa.
El Cardenal ha pedido a los sacerdotes que sean fieles a su deber
sacerdotal y que no celebren la Eucaristía como una “routine”,
permaneciendo “fieles a su vocación” y aprovechando los programas de
formación permanente que ofrece la Conferencia episcopal de las
Filipinas.
Entre las figuras que pueden inspirar al clero de Mindanao, está la del
jesuita italiano, el padre Francesco Palliola, del que se ha iniciado el
proceso diocesano para la beatificación en Dipolog, en la isla de
Mindanao. El sacerdote, enviado con una misión de 40 jesuitas a las
Filipinas, sirvió al Evangelio en la isla y fue martirizado a los 35
años en Ponot, actualmente ciudad de José S. Dalmán, el 29 de enero
1648.