Madrid, ESPAÑA (Agencia Fides, 19/01/2017) – “Simeón Czeslaw Stachera, director de las OMP
de Marruecos y vicario general de Tánger, es ante todo un misionero”.
Así presentó ayer el director de las OMP en España, el padre Anastasio
Gil, a este misionero franciscano de origen polaco que ha trabajado
durante muchos años como misionero en Bolivia. Hoy se considera “párroco
de todos”, no sólo de la pequeña comunidad cristiana de Marruecos.
El padre Stachera afirma que “cuando hay amistad entre cristianos y
musulmanes, ya no hay miedo”, por eso la Iglesia en Marruecos sabe que
no puede quedarse en las iglesias sino que tiene que salir al encuentro de todos, de las familias, allí donde se pueda responder y dignificar la vida humana”.
Como director nacional de las OMP en Marruecos, su trabajo con los niños
atiende a tres frentes. El primero es con las minorías cristianas,
donde es necesario trabajar sobre todo con los hijos de los trabajadores
extranjeros que pasan un período de tiempo en el país. También en la
educación con los niños marroquíes y la lucha contra la pobreza. En este
sentido ha puesto de manifiesto la generosidad de la Iglesia en España,
sobre todo en cuanto a personal (hay 78 misioneros españoles en el
país) y de ayuda económica. El tercer ámbito, desde hace 5 o 6 años se
refiere a los hijos de los migrantes vulnerables, donde las situaciones
de desprotección abarcan un amplio abanico, desde los niños abandonados
hasta aquellos que pierden a sus padres en el camino.
El director de las OMP en Marruecos ha destacado en este campo la
implicación personal del arzobispo de Tánger, que también es misionero
franciscano español, Su Exc. Mons. Santiago Agrelo. El padre Stachera ha
afirmado sin ambages que “todo lo que se refiere a los migrantes es
ahora tarea nuestra”.
La conferencia de prensa organizada por las OMP en Madrid con motivo de
la Jornada de la Infancia Misionera que en España se celebra el próximo
domingo, 22 de enero, se ha concluido con la intervención del padre Gil
que ha informado con detalles sobre la contribución de la OPM hacia este
país africano, lamentando que las únicas noticias que tenemos de
Marruecos sean sobre “la valla que nos separa”, mientras que “los niños
que viven en Marruecos son como los que viven en nuestra ciudad”. El
padre Gil ha destacado que “del otro lado de la valla, muchos niños
reciben ayuda de la Infancia Misionera, muchos musulmanes, mientras
nosotros recibimos desde allí el testimonio de una vida de fe que nos
dinamiza”.