Bangui, REPÚBLICA CENTROAFRICANA (Agencia Fides, 30/05/2017) - “Dos mil musulmanes todavía están alojados en
la misión católica. Una parte en el seminario menor, otra en la catedral
y conmigo, en la casa episcopal”, dice a la Agencia Fides Mons. Juan
José Aguirre Muñoz, Obispo de Bangassou, la ciudad al sureste de la
República Centro africana atacada en los últimos días por un grupo de
milicianos anti Balaka. “Estas personas están
amenazadas por los anti Balaka que han entrado en la ciudad en los
últimos días, atacando el barrio musulmán de Bangassou, matando,
saqueando y expulsando a sus habitantes, cuyas casas han sido
incendiadas”.
“Las situaciones de emergencia a las que nos enfrentamos son dos: la
seguridad y la asistencia humanitaria”, dice el Obispo. “Lo más
preocupante es la falta de seguridad. Estamos expuestos a ataques
repentinos. El domingo 28 de mayo, estaba de camino a la vecina
República Democrática del Congo para celebrar una misa con un grupo de
refugiados centro-africanos, cuando cerca de las orillas del río
Ubangui, una mujer con cinco hijos, que quería reunirse con su marido,
fue secuestrada y luego asesinada por un grupo de hombres. Una agresión
brutal en la que perdieron la vida niños con tan solo tres años”, dice
Mons. Aguirre. “En Bangassou está un contingente marroquí de cascos
azules de la minusca (Misión de la ONU en la república centro-africana),
pero no es muy eficaz”.
En cuanto al aspecto humanitario, Mons. Aguirre informa que “han llegado
algunas ONG que nos están ayudando a gestionar esta situación
complicada. Hemos tenido que acomodar a dos mil personas en sólo 5
minutos en el Seminario. Ha sido una especie de tsunami humano con todo
lo que ello conlleva desde el punto de vista higiénico. Se está
considerando la posibilidad de establecer un campo de refugiados
equipado en el que poder llevar a estas personas”.
Mons. Aguirre, que ha negociado con los anti Balaka, explica que el
ataque “es una reacción a la presencia de dos grupos bien armados de
Seleka (rebelión musulmana, ed.), que a finales del año pasado se
enfrentaron entre sí. Algunos de estos han atacado la diócesis,
agrediendo a la población civil y cometiendo delitos graves, incluidos
abusos sexuales. Ante esta violencia, nació la rebelión anti Balaka,
peor que no distingue entre los rebeldes musulmanes y los ciudadanos de
fe islámica de la ciudad. Los anti Balaka eran pocos peor ahora se han
convertido en miles (tal vez tres mil) y, aunque pobremente están peor
armados que los Seleka, son muy violentos y decididos. Los anti Balaka,
nacidos en reacción a la violencia sufrida por los Seleka se han
convertido en delincuentes, iguales o peores que sus oponentes”.
“Si bien es cierto que se enfrentan los musulmanes y los no musulmanes,
la razón de fondo del choque no es religioso sino político. Hay países
vecinos que alimentan los dos contendientes para poder dominar mejor el
país” concluye Mons. Aguirre.