Manila, FILIPINAS (Agencia Fides, 19/05/2017) - Hoy, 19 de mayo ha llegado a Manila la 'Marcha
por la Vida', para decir 'no' a la pena de muerte. Se trata de una
caravana de peregrinos que inicio el 6 de mayo desde Midanao (sur de
Filipinas), y ha pasado a lo largo de un camino que atraviesa todo el
archipiélago. Entre los católicos, sacerdotes y religiosos, miembros de
organizaciones de la sociedad civil, también estaba el padre Edwin
Gariguez, secretario ejecutivo de la “Secretaría Nacional para la Acción
Social”, un órgano de la Conferencia Episcopal de Filipinas, que ha
elogiado oficialmente la iniciativa.
Los manifestantes presentarán una petición al Senado de Filipinas el 24
de mayo, instando a los senadores a rechazar la pena de muerte, una
medida promovida por el presidente Rodrigo Duterte y aprobada hace dos
meses en el Congreso, la primera rama del Parlamento. “La pena de muerte
va a terminar castigando sólo a los pobres, que no pueden pagar
abogados, y muchos inocentes” se afirma en el texto de la petición,
enviado a la Agencia Fides. El texto señala que “la restauración de la
pena capital es ilegal porque violaría los tratados internacionales, los
cuales han sido firmados por el gobierno de Filipinas”.
La adopción de la pena capital, se afirma, también tendrá implicaciones
económicas, ya que “la Unión Europea impondrá un impuesto sobre 6.000
productos importados de las Filipinas”, especialmente los productos
agrícolas y pesqueros. “Oramos por nuestros senadores para que decidan
sobre la base de la conciencia y la razón, rechazando la pena de
muerte”, han afirmado los manifestantes que el 21 de mayo se unirán a
miles de personas para una misa presidida por el cardenal Luis Antonio
Tagle de la Universidad de Santo Tomás de Manila.
“El uso de la pena de muerte debe ser excluido como un instrumento en la
lucha contra la delincuencia, y debe ser sustituida por medidas
alternativas”, ha dicho el cardenal, al comentar la iniciativa de la
marcha. “Todos los delitos violan la vida, peor para castigarles no se
puede recurrir a medidas que también violen la vida, como la pena de
muerte”, ha afirmado el Cardenal Tagle. “Con la oración, el
discernimiento y la acción, esperamos ser un pueblo que promueve una
cultura de la vida” ha remarcado.