jueves, 16 de febrero de 2012

S.S. Benedicto XVI: "Comunión y cooperación pastoral entre África y Europa"

CIUDAD DEL VATICANO, 16 FEB 2012 (VIS).-  El Papa Benedicto XVI recibió hoy en el Vaticano a los participantes en el segundo simposio de los obispos europeos y africanos, inaugurado el 13 de Febrero y dedicado al tema “La evangelización hoy: comunión y cooperación pastoral entre África y Europa”. El encuentro se concluirá mañana viernes con un peregrinaje al santuario de la Santa Faz en Manoppello, (Abruzzo).

Para la Iglesia de Europa -afirmó el Santo Padre en su discurso- el encuentro con la Iglesia africana es siempre “un momento de gracia en virtud de la esperanza y la alegría con la que las comunidades eclesiales de África viven y comunican la fe (…) Por otro lado, es bueno ver cómo la Iglesia en África, a pesar de vivir en medio de muchas dificultades, y con sus necesidades de paz y reconciliación, está dispuesta a compartir su fe”.

En las relaciones entre ambas iglesias, una responsabilidad fundamental de los Obispos es “tener en cuenta el vínculo esencial entre la fe y la caridad, porque ambas se iluminan mutuamente en su verdad. La caridad favorece la apertura y el encuentro con el hombre de hoy, en su realidad concreta, para llevarlo hacia Cristo y a su amor por cada persona y cada familia, especialmente por los que son pobres y están solos”.

Entre las dificultades a las que hacen frente los prelados el Pontífice enumeró la indiferencia religiosa, “que lleva a muchas personas a vivir como si Dios no existiría o a conformarse con una religión vaga, incapaz de enfrentarse a la cuestión de la verdad y el deber de la coherencia; (…) el peso del ambiente secularizado y a menudo hostil a la fe cristiana” y “el hedonismo, que ha contribuido a que la crisis de valores penetre en la vida cotidiana”. Síntomas de “un grave malestar social” son también “la difusión de la pornografía y la prostitución”. Sin embargo, esos retos, no deben “desanimar” a los Obispos, sino, “brindar la ocasión de redoblar el compromiso y la esperanza que nace de la certeza (…) de que Cristo resucitado está siempre con nosotros”.

S.S. Benedicto XVI reiteró el papel central de la familia en la pastoral ya que es “la garantía más sólida para la renovación de la sociedad”. “En la familia que custodia costumbres, tradiciones y rituales imbuidos de fe, se encuentra el mejor terreno para el florecimiento de las vocaciones”, dijo, invitando a los participantes en el simposio a prestar una atención particular “a la promoción de las vocaciones sacerdotales y de consagración especial”.

Recordando que la familia “es también el centro de formación de la juventud”, el Papa subrayó que tanto Europa como África necesitan “jóvenes generosos que, con responsabilidad, tomen las riendas de su futuro” . También exhortó a las instituciones a tener muy en cuenta que “el porvenir está en manos de estos jóvenes y por ello es importante hacer todo lo posible para garantizar que su camino no esté marcado por la incertidumbre y la oscuridad”.

“En la formación de las nuevas generaciones la dimensión cultural asume un rol importante (...) La Iglesia respeta cada descubrimiento de la verdad, porque toda verdad procede de Dios, pero sabe que la mirada de la fe puesta en Jesús abre la mente y el corazón del ser humano a la Verdad primera que es Dios. De ese modo, la cultura alimentada por la fe conduce a la verdadera humanización, mientras que las falsas culturas desembocan en la deshumanización: en Europa y en África hemos tenido tristes ejemplos”, observó el Papa.

“Vuestro simposio -concluyó- os ha brindado la oportunidad de reflexionar sobre los problemas de la Iglesia en ambos continentes. Efectivamente, no escasean y son a veces relevantes, pero, por otro lado, también son prueba de que la Iglesia está viva, de que crece, y no tiene miedo de llevar a cabo su misión de evangelización. Para ello necesita la oración y el compromiso de todos los fieles (... ) Los pastores, sin embargo, tienen una responsabilidad especial. (...) La autoridad moral y la credibilidad que respaldan el ejercicio de sus poderes jurídicos pueden provenir solamente de la santidad de sus vidas”.