En los Evangelios, son numerosos los encuentros de Jesús con los enfermos y su compromiso en curarlos. Cristo ''se presenta públicamente como uno que lucha contra la enfermedad y que ha venido para curar al hombre de todo mal, el mal de espíritu y el mal del cuerpo. Es realmente conmovedora -observó FRANCISCO- la escena evangélica del Evangelio de Marcos: "Cuando caía la noche, después de la puesta del sol, le llevaban todos los enfermos y los endemoniados". Si pienso en las grandes ciudades modernas-añadió- me pregunto dónde están las puertas ante las que llevar a los enfermos para que los curen... Jesús nunca se echo atrás, nunca pasó de largo, nunca volvió la cara hacia otro lado. Y cuando … le llevaban algún enfermo, para que lo tocase y lo curase, no perdía tiempo; la curación estaba antes que la ley, incluso de algo tan sagrado como el descanso del sábado''.
Jesús mandó a sus discípulos a cumplir su misma tarea y les dio el poder de curar. ''Tenemos que acordarnos siempre de lo que les dijo en el episodio del ciego de nacimiento, cuando los discípulos - ¡con el ciego allí delante!- se pusieron a discutir de quien había pecado , si sus padres o él para causar su ceguera. El Señor dijo claramente, ni él, ni sus padres; es así para que se manifiesten en él las obras de Dios. Y lo curó. ¡Esa es la gloria de Dios! ¡Esa es la tarea de la Iglesia! Ayudar a los enfermos, no perderse en disputas. Ayudar, consolar, aliviar, estar cerca siempre, esta es la tarea''.
''La Iglesia -prosiguió el Papa - nos invita a rezar continuamente por nuestros seres queridos enfermos y la oración por ellos no debe faltar nunca,... tanto personalmente como en la comunidad....Ante la enfermedad, también surgen dificultades en la familia, a causa de la debilidad humana. Pero, en general, el tiempo de la enfermedad refuerza los lazos familiares. Y pienso en lo importante que es educar a los niños desde pequeños a la solidaridad durante la enfermedad. Una educación que aleja de la sensibilidad ante la enfermedad humana, endurece el corazón, anestesia a los jóvenes ante al sufrimiento de los demás, y los hace incapaces de confrontarse con el sufrimiento y ser conscientes de los límites''.
''La debilidad y el sufrimiento de nuestros seres más queridos...pueden ser...una escuela de vida.. y más aún cuando están acompañados por la oración y la cercanía afectuosa y solidaria de los familiares. La comunidad cristiana sabe que no hay dejar sola a la familia en la prueba de la enfermedad... Esta proximidad cristiana, de familia a familia, es un verdadero tesoro para la parroquia; un tesoro de la sabiduría, que ayuda a las familias en tiempos difíciles y nos hace entender el Reino de Dios mejor que muchas parrafadas'', finalizó el Pontífice.
Posteriormente saludó a los fieles en francés, inglés, alemán, español, portugués, polaco y árabe.
Estas fueron sus palabras en castellano:
"Queridos hermanos y hermanas:
En la catequesis de hoy sobre el tema de la familia tratamos de la enfermedad, que es una experiencia común en la vida de las familias. En muchas partes del mundo, dónde el hospital es todavía un privilegio para unos pocos, la familia se considera desde siempre como el «hospital» más cercano, donde gracias a sus cuidados amorosos, se garantiza al enfermo la atención y l’ayuda necesarias.
Los Evangelios nos narran muchos encuentros de Jesús con enfermos y su voluntad de sanarlos. Cristo lucha contra la enfermedad y cura al hombre de todos sus males. Ésta es también la misión que ha dado a su Iglesia: hacerse cargo de los enfermos, hasta sus últimas consecuencias, siguiendo su ejemplo. Por eso, la preocupación, la asistencia y la oración por los enfermos forman parte fundamental de la vida de la Iglesia y de todo cristiano.
En la familia es importante educar a los hijos desde pequeños para que sean sensibles y solidarios ante la enfermedad. Asimismo, la comunidad cristiana tiene que acompañar a las familias para que vivan la enfermedad desde una perspectiva de fe, de oración y de cercanía afectuosa.
Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular los grupos provenientes de España, República Dominicana, Argentina, México y otros países latinoamericanos. Pidamos al Señor para que con su gracia la enfermedad sea una ocasión de fortalecimiento de los vínculos familiares; y que las familias puedan vivir los momentos difíciles del dolor y del sufrimiento sostenidas por la cercanía y la oración de la comunidad cristiana. Muchas gracias".
La Audiencia General concluyó con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica impartida por el Santo Padre FRANCISCO.