El tren, en el que viajaban doscientos niños y niñas de Bari y Trani, en el Sur de Italia, llegó a la estación ferroviaria del Vaticano, donde se unieron con ellos los procedentes de las otras tres provincias centrales. A su llegada fueron acogidos por el Cardenal Giuseppe Bertello, Presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el Cardenal Gianfranco Ravasi, Presidente del Pontificio Consejo de la Cultura y el Administrador del Grupo de Ferrocarriles del Estado Italiano -que pone todos los años a disposición el tren - Michele Mario Elia.
El Santo Padre encontró a los pasajeros del tren en el Aula Pablo VI y conversó con ellos sobre el tema del vuelo, invitándoles a volar con la fantasía para encontrar a sus familiares y para alcanzar sus sueños.