CIUDAD DEL VATICANO, 10 febrero 2016 (VIS).- Hoy, Miércoles de
Ceniza, el Santo Padre FRANCISCO ha dedicado la catequesis de la Audiencia
General, celebrada a las 10.00 horas, en la Plaza de San Pedro, al sentido bíblico del Jubileo. El Pontífice ha explicado que cada 50 años, en el día de la expiación,
tenía lugar un gran evento de liberación. Consistía en una especie de
indulto general por el que se cancelaban las deudas y se restituía la
tierra a sus propietarios. La idea central es que la tierra pertenece a
Dios y ha sido confiada a los hombres como administradores. El Papa ha
añadido que el jubileo bíblico era un verdadero jubileo de la
misericordia, que tenía la función de ayudar al pueblo a vivir una
fraternidad concreta buscando, a través de la ayuda recíproca, el bien
del hermano necesitado. Asimismo ha mencionado que otras instituciones,
como el pago del diezmo y las primicias, así como la prohibición de dar
préstamos con intereses desproporcionados, estaban también
destinadas a favorecer a los pobres, a los huérfanos y a las viudas. FRANCISCO ha destacado cómo el mensaje del jubileo bíblico nos invita a
construir una tierra y una sociedad basada en la solidaridad, en el
compartir y en la repartición justa de los recursos.
''Si el
Jubileo no llega a nuestros bolsillos no es un verdadero jubileo y esto
está escrito en la Biblia, no se lo esta inventando el Papa -ha
recalcado- Somos todos huéspedes del Señor, a la espera de la patria
celeste, llamados a hacer habitable y humano el mundo que nos acoge. ¡Y
cuántas "primicias" podría dar a los necesitados quien es más
afortunado! Primicias no sólo de frutos de los campos, sino cualquier
otro producto del trabajo, salarios, ahorros, todas las cosas que se
poseen y que a veces se desperdician. Hoy también sucede''.
''La
Sagrada Escritura exhorta insistentemente a que se responda
generosamente a las
solicitudes de préstamos, sin cálculos mezquinos y sin exigir intereses
imposibles... Esta enseñanza es siempre actual -ha agregado-. ¿Cuántas
situaciones de usura estamos obligados a ver y cuánto sufrimiento y
angustia traen a las familias? Y muchas veces, en la desesperación,
¿cuántos hombres terminan suicidándose porque no pueden más, no tienen
esperanza, no tienen una mano firme que les ayude, sólo la mano que les
pide que paguen los intereses? La usura es un pecado grave que grita
ante de Dios Pero el Señor ha prometido su bendición a los que abren la
mano para dar generosamente. Él te dará el doble, tal vez no con dinero
pero si con otras cosas, siempre te dará el doble''.
Antes de
concluir FRANCISCO ha reiterado que ''si queremos misericordia,
empecemos a hacerla nosotros entre los ciudadanos, entre las familias,
los pueblos y los continentes. Contribuir a realizar una tierra sin
pobres significa construir una sociedad
sin discriminación, basada en la solidaridad que lleva a compartir
cuanto se posee, en una distribución de los recursos fundada en la
fraternidad y la justicia''.
Posteriormente saludó a los fieles en francés, inglés, alemán, español, portugués, árabe y polaco.
Estas fueron sus palabras en castellano:
"Queridos hermanos:
Reflexionamos hoy sobre el sentido bíblico del Jubileo. Cada 50 años,
en el día de la expiación, tenía lugar un gran evento de liberación.
Consistía en una especie de indulto general por el que se cancelaban las
deudas y se restituía la tierra a sus propietarios. La idea central es
que la tierra pertenece a Dios y ha sido confiada a los hombres como
administradores. El jubileo bíblico era un verdadero jubileo de la
misericordia, que tenía la función de ayudar al pueblo a vivir una
fraternidad concreta buscando, a través de la ayuda recíproca, el bien
del hermano necesitado. Otras instituciones, como el pago del diezmo y
las primicias, así como la prohibición de dar préstamos con intereses
desproporcionados (los usureros), estaban también destinadas a favorecer
a los pobres, a los huérfanos y a las viudas. El mensaje del jubileo
bíblico nos invita a construir una tierra y una sociedad basada en la
solidaridad, en el compartir y en la repartición justa de los recursos.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en
particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Al
comenzar hoy el tiempo de cuaresma, pidámosle al Señor que nos ayude a
prepararnos para la Pascua abriendo nuestros corazones a su
misericordia, para que también nosotros sepamos vivirla en nuestra vida
diaria, con las personas que nos rodean. Muchas gracias".
Al finalizar la Audiencia General, el Santo Padre recordó que mañana,
memoria de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes, se celebra la
XXIV Jornada Mundial del Enfermo. ''En el mensaje de este año -ha dicho-
hemos reflexionado sobre el papel insustituible de María en las Bodas
de Caná: ''Haced lo que El os diga''. En la prontitud de María se
refleja la ternura de Dios y la inmensa bondad de Jesús
Misericordioso''.
Con esta palabras FRANCISCO ha invitado a todos
a rezar por los enfermos y hacerles sentir nuestro amor. ''Que la misma
ternura de María -ha añadido- esté presente en la vida de las muchas
personas que se encuentran junto a los enfermos para que sepan acoger
sus necesidades, incluso las que no se perciben porque sólo se ven con
los ojos llenos de amor''.
Antes de despedirse dijo en lengua italiana:
Dirijo una cordial bienvenida a los fieles de lengua italiana. Saludo en
particular a los Directores Diocesanos de las Pontificias Obras Misioneras;
los Franciscanos de la Inmaculada Concepción de Lipari; la Asociación Mani Tese y a los maestros de religión de la Diócesis de Concordia-Pordenone. Saludo a los grupos parroquiales y a los estudiantes de la Escuela L’Arca di Legnano y a Don Luigi Monza di Cislago. Los
exhorto a reavivar la fe con pasar a través de la Puerta Santa,
para ser testimonios del amor del Señor con obras concretas de
caridad.
Pasado mañana iniciaré el Viaje Apostólico a México, pero antes me reuniré en La Habana con mi hermano Cirilo. Encomiendo las oraciones de todos vosotros para el encuentro con el Patriarca Cirilo y el viaje a México.
Dirijo un pensamiento especial a los jóvenes, a los enfermos, a los recién casados. Hoy Miércoles de Ceniza, inicia el camino cuaresmal. Queridos jóvenes, les deseo que vivan este tiempo de gracia como un regreso al Padre Misericordioso, que a todos nos espera con los brazos abiertos. Queridos enfermos, os animo a ofrecer vuestro sufrimiento para la conversión de cuantos viven alejados de Dios; e invito a vosotros, queridos recién casados, a construir sobre la sólida roca del amor divino vuestra nueva familia.
La Audiencia General concluyó con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica impartida por el Santo Padre.