Kasur, PAKISTÁN (Agencia Fides, 03/02/2016) - Convertirse al Islam o sufrir un continuo acoso,
violencia y molestias; es lo que le ha sucedido al cristiano Patras
Hanif, padre de cinco hijos, víctima de abusos en el lugar de trabajo.
Patras, un obrero que trabaja en una construcción en Multan, en Punjab,
ha sido amenazado constantemente, discriminado y torturado
psicológicamente por otros trabajadores, que querían hacer que se
convirtiese al Islam. Patras, agotado, ha pensado incluso en el
suicidio. "Me llamaban siempre 'kafir', que significa infiel, y me
amenazaban con recurrir a falsas acusaciones de blasfemia si yo no
abrazaba el Islam", ha explicado Patras al abogado cristiano Sardar
Mushtaq Gill, al que ha pedido asistencia legal.
Extremismo, odio gratuito, todo motivado únicamente por una fe
diferente, una hostilidad preconcebida: todo esto es lo que sufren los
cristianos en Pakistán. Los grupos extremistas islámicos quieren hacer
tabla rasa del cristianismo y de otras religiones. Y, por desgracia este
virus a veces se apodera de la sociedad, de personas normales: así es
como se producen casos como el de Hanif" explica el abogado Gill a la
Agencia Fides.
Este extremismo es la causa del éxodo de las minorías religiosas en
Pakistán. Los líderes políticos y líderes religiosos musulmanes deberían
desalentar públicamente estas actitudes y empezar, con más convicción,
programas para la armonía religiosa, recordando que todos los ciudadanos
tienen los mismos derechos y dignidad", ha agregado Gill.