Bujumbura, BURUNDI (Agencia Fides, 31/03/2016) - La muerte de dos personalidades ha agravado
la crisis política en Burundi, con el riesgo de ver involucrada a la
vecina Ruanda. El ex ministro de Ruanda Jacques Bihozagara, detenido por
los servicios de seguridad de Burundi en diciembre de 2015, murió ayer,
30 de marzo en la prisión central de Mpimba, en la capital, Bujumbura,
oficialmente por una enfermedad repentina. Bihozagara, que después de
retirarse de la vida pública se había convertido en empresario
invirtiendo en actividades en Burundi, había sido detenido por cargos de
espionaje en favor de Ruanda.
E gobierno de Kigali ha pedido una aclaración sobre la muerte de su ex
Ministro a las autoridades de Burundi que a su vez acusan a Ruanda de
dar armas a la oposición contra el Presidente Pierre Nkurunziza.
Otro episodio misterioso es el asesinato del coronel Darius Ikurakure,
un fiel colaborador de Nkurunziza. El militar fue atacado por hombres
armados dentro del Ministerio de Defensa. El homicidio ha sido
reivindicado por el FOREBU (Forces Républicaines du Burundi), un grupo
de opositores de Nkurunziza que dice contar con seguidores dentro de las
fuerzas armadas.
Ikurakure es considerado responsable de la ola de arrestos y de
asesinatos extrajudiciales de los opositores al tercer mandato de
Nkurunziza, obtenido en violación de la Constitución de los acuerdos de
paz de Arusha. Desde el anuncio de Nkurunziza sobre su intención de
volver a presentarse a las elecciones hasta hoy ha pasado ya un año. En
este periodo de tiempo 474 personas han sido asesinadas y 36 han
desaparecido misteriosamente, mientras más de 5.000 personas han sido
arrestadas, incluidos 125 prisioneros políticos.