Guizeh, EGIPTO (Agencia Fides, 16/03/2016) – El asesinato de Julio Regeni fue realizado por
“torturadores profesionales” que quizás trataban de “deteriorar las
relaciones de los gobiernos de Egipto e Italia”. Con estas palabras,
Anba Antonios Aziz Mina, obispo copto católico de Guizeh, trata de
evaluar los datos y las hipótesis que han surgido en las últimas
semanas, en torno al caso del joven investigador italiano, cuyo cuerpo
sin vida y con signos evidentes de tortura, fue encontrado el 3 de
febrero en una zanja, en la carretera entre El Cairo y Alejandría, a
pocos kilómetros de su sede episcopal.
“Ese chico” subraya el obispo copto católico “estaba trabajando en un
estudio científico sobre los sindicatos independientes, y según el
informe médico forense fue torturado por profesionales porque las
torturas a las que fue sometido solo pueden realizarse en cámaras de
tortura y con instrumentos especiales”.
Según Anba Antonios, algunos detalles del crimen pueden ser descifrados
como indicios de una estrategia seguida por los torturadores de Regeni:
“el chico italiano”, dice el Obispo “falleció el 25 de enero, el
aniversario del levantamiento que condujo al fin del régimen de Mubarak.
Además, después de matarlo, los torturadores podrían haberse deshecho
del cuerpo, enterrarlo en un agujero en el desierto, donde nadie lo
habría encontrado. En cambio, en mi opinión, se aseguraron de que se
encontrase el cuerpo, precisamente el mismo día que estaba de visita a
Egipto, el ministro italiano para el desarrollo económico, Federica
Guidi, acompañada por 30 hombres de negocios, para reuniones en las
tenían que firmarse importantes acuerdos económicos. Esa visita fue
interrumpida después de reunirse con el presidente Adel Fattah al Sisi. Y
esto no puede sugerir nada más que la intención deliberada de arruinar
las relaciones de Egipto con Italia, uno de los países qu
e
continúan dando soporte y compartiendo intereses comunes con el gobierno
egipcio”.
El esfuerzo para preservar las buenas relaciones italo-egipcias -
Observa Anba Antonios Aziz Mina - “también se refleja en la forma en que
los dos países están manejando la investigación del caso. Todos los
días puedo apreciar el dolor del pueblo egipcio por lo que le pasó a
Julio Regeni y por el sufrimiento de su familia. Y estoy convencido de
que el aparato egipcio colaborará en la búsqueda de la verdad. Lo que me
duele”, añade el obispo copto católico “es el haber oido decir a
algunas personas, incluso en Italia, que el pobre chico 'se lo había ido
a buscar'”.