Johannesburgo, SUDÁFRICA (Agencia Fides, 18/03/2016) - Los Obispos sudafricanos han declarado
estar “profundamente preocupados” por la afirmación del Viceministro de
Finanzas, Mcebisi Jonas, según el cual la familia Gupta le ofreció el
cargo de Ministro de Finanzas. “Es vital que los cargos altos del Estado
no se vean comprometidos por la participación en intereses personales o
comerciales”, afirma un comunicado recibido por la Agencia Fides de la
“Southern African Catholic Bishops’ Conference”.
Jonas ha revelado que la familia Gupta le ofreció convertirse en
Ministro de Finanzas al día siguiente del despido realizado por el
Presidente Jacob Zuma del anterior titular de dicho cargo, Nhlanhla
Nene, una persona conocida por sus habilidades.
Jonas rechazó la oferta y el cargo fue confiado a Des van Rooyen. La
familia de empresarios de origen indio se acaparó los titulares de la
prensa en 2013 cuando salió a la luz el escándalo por el uso de las
fuerzas militares y de policía para transportar y proteger a sus
invitados en la boda de un familiar. En aquel entonces, los Obispos
Sudafricanos criticaron que se mezclase entre lo público y lo privado.
Otros funcionarios públicos también han revelado la interferencia de la
poderosa familia Gupta, considerada cercana al presidente Zuma, en el
nombramiento de los cargos públicos, un hecho subrayado por los obispos:
“Las revelaciones del Sr. Jonas dan crédito a otras afirmaciones que
hacen referencia a la participación de la familia en el nombramiento de
ministros”.
“Tal interferencia socava gravemente la transparencia y la
responsabilidad del Gobierno de Sudáfrica, y traicionan la lucha del
pueblo por la libertad económica y política”, afirman los obispos.
“La Southern African Catholic Bishops’ Conference ha pedido al
Presidente Jacob Zuma y a la leadership del African National Congress
(el partido de gobierno, ndr.) que demuestre inequívocamente, que ya no
serán tolerados estas irregularidades alarmantes en la conducta de los
asuntos de gobierno”.
“Queremos hacer hincapié en que se trata de un asunto de interés vital
para el bien común de todos los sudafricanos: no es una cuestión de
partidos políticos, en la que, como Iglesia, no tenemos intereses
específicos” precian los obispos. "Sudáfrica está pasando por un período
difícil económicamente y políticamente, y sólo permaneciendo fieles a
los valores fundamentales del buen gobierno y la integridad en la vida
pública seremos capaces de hacer frente y superar estos desafíos”,
concluye el comunicado.