Santo Domingo, REPÚBLICA DOMINICANA (Agencia Fides, 18/01/2017) – Para la gran fiesta patronal de la
Virgen de la Altagracia, que se celebra el 21 de enero en la República
Dominicana, la Conferencia Episcopal ha preparado una carta pastoral
titulada “Mujer en la Sociedad Dominicana”. Sin pretender agotar el tema
en cualquier contexto social, la carta presenta los aspectos más
importantes y los desafíos más apremiantes a los que se enfrentan las
mujeres y la promoción de su dignidad humana.
"La mujer dominicana es casi la mitad de la población nacional: 50.2% es
masculina, y el 49.8% es femenina. El deterioro familiar ha
incrementado el liderazgo exclusivamente femenino en los hogares. Ella
asume tareas de proveer y cuidar, realidad que exige trabajos informales
para garantizar flexibilidad de horario; las estadísticas muestran
mejorías en las viviendas que estas mujeres lideran. La mujer se encarga
de la predicción y la gestión de la casa sin horarios y sin embargo, se
preocupa también de su formación profesional: el 62,8% de las mujeres
se graduan contra el 37,2% de los hombres”.
"Por otro lado, notamos que una espiral de violencia invade los espacios
de la sociedad dominicana – prosiguen - dicha violencia alcanza
diversos escenarios, entre ellos: el intrafamiliar; el laboral; el
vinculado a un contexto social y cultural”. "Las élites de ciertos
países ricos, dueños de los grandes laboratorios y fábricas de armas
mortales, bajo el pretexto de la “superpoblación con el apoyo de
organismos internacionales de prestigio, se han inventado la ideología
de género, cuyo propósito principal encubierto es destruir la familia y
arrasar con todos los principios éticos y morales" escriben los obispos.
“No obstante lo anterior, a pesar de todas estas dificultades, nuestras
mujeres, generosas y trabajadoras están llenas de esperanza, con la
conciencia de que todo su sufrimiento no será en vano y que llegará el
día en que se encenderá la luz de la resurrección en nuestro pueblo, y
habrá respeto a la dignidad humana, oportunidad de educación y de
trabajo para todos, y donde florecerán la unidad, el amor, la paz y la
felicidad para todas nuestras familias dominicanas”.
“¡Nada de violencia contra la mujer, que no seamos capaces de dañar tan
hermosa obra del Creador! – concluyen los obispos -. Pedimos a las
autoridades mantenerse vigilantes, para que la eficaz aplicación de la
ley impida a los violentos hacer más daño a una parte tan vital de nuestra sociedad”.