Natal, BRASIL (Agencia Fides,
16/01/2017) – El Arzobispo de Natal (Rio Grande do Norte,
Brasil), Su Exc. Mons. Jaime Vieira Rocha, ha lanzado una nota sobre la
masacre ocurrida en la noche del sábado 14 de enero, cuando al menos 26
prisioneros fueron asesinados durante una pelea entre bandas en el
Penitenciario de Estado de Alcaçuz, en Nísia Floresta, región
metropolitana de Natal.
“Sin duda, necesitamos una reflexión urgente sobre las condiciones de
nuestras prisiones. Suplicamos al buen Dios que calme a estos hermanos y
renuncien a la violencia. Pos otro lado pedimos a la sociedad y al
Estado que busque el diálogo y encuentre maneras de abordar los
problemas que afligen nuestro sistema penitenciario” se lee en el
comunicado.
Según los datos recogidos por la Agencia Fides, veintiséis presos han
muerto, la mayoría de ellos decapitados, en la revuelta que estalló en
la Penitenciaría Alcaçuz, que tras este episodio se ha convertido en la
más violenta en la historia de Rio Grande do Norte. Los incidentes
comenzaron en la tarde del sábado 14 de enero y no terminaron hasta la
mañana del día siguiente. Este es el tercer caso de asesinatos en las
cárceles del país en lo que va de 2017, a principios de enero se
produjeron masacres similares en Manaus y Boa Vista. El mayor problema de la convivencia dentro de la prisión es
la falta de espacio para los presos, ya sea como individuos que como
grupos o bandas. Según los datos de la Secretaría de Justicia y
Ciudadanía (SEJUC), el organismo responsable del sistema penitenciario
en Rio Grande, la prisión de Nísia Floresta es la cárcel más grande del
estado, tiene capacidad para 620 prisioneros, pero ahora están dentro
1.150.
En este mismo estado hay 33 prisiones con 3.500 puestos, pero la
población reclusa supera los 8.000 detenidos.